Por Carolina Véliz
{"multiple":false,"video":{"key":"czqg4HWxpgF","duration":"00:15:39","type":"video","download":""}}

Como hace un tiempo no hemos sufragado, pienso que es interesante para ustedes recordar en detalle cómo, cuál será la forma, el procedimiento, con que haremos uso de nuestro legítimo derecho a decidir lo que será Chile mañana”, indicaba en un segmento de Televisión Nacional (TVN) la periodista Carmen Puelma, en la antesala del plebiscito de 1980.

A continuación, el ministro de Justicia de aquel entonces, Jaime del Valle, daba paso a una explicación acerca de cómo se plasmaba el voto en la papeleta.

Lee también: Hacer un plebiscito en la historia de Chile (1812-1989)

Frente al SÍ, hay una estrella. Frente al NO, hay un círculo. Usted debe marcar una raya vertical sobre la raya que está al lado del SÍ o del NO”, indica Del Valle con lápiz en mano mientras marca la opción SÍ, que finaliza diciendo: “no olvide que si usted no marca ni el SÍ ni el NO, está votando en blanco. Y el voto en blanco se computa por el SÍ”.

El momento fue compartido en Twitter en los últimos días y, para muchos, permite entender el contexto de dicha elección y los intentos de la dictadura por mantenerse en el poder. Con ese voto se aprobaba la Constitución escrita por la Junta de Gobierno y, primordialmente, por Jaime Guzmán, pero también la permanencia de Augusto Pinochet por ocho años y un nuevo plebiscito en 1988. Algo que se consiguió con un 67% de los votos.

Para Felipe Vergara, doctor en Comunicación de la Universidad Andrés Bello, el momento estuvo cargado de una comunicación a favor del régimen. “No había posibilidad de optar libre e informadamente. Fue fraudulento no sólo en la votación”, sostiene, y cree que dentro de esos simbolismos, la papeleta es un elemento más a favor de la dictadura.

“La campaña electoral estaba activa hasta el mismo día de la votación. El voto en sí era un panfleto más. Eso da a la Constitución un origen ilegítimo e ilegal. Genera mucho ruido”, indicó, refiriéndose a la estrella y el círculo negro que acompañan las opciones de votación.

Según Mario Álvarez, académico del Departamento de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, no hay dudas con respecto a una de las opciones.

“El pinochetismo existe y tiene un elemento nacionalista fuerte, entonces, la estrella solitaria es importante, es relevante. Es protagonista del escudo y la bandera nacional, representa el estado unitario, es decirle al votante ‘tú votas por Chile’. Pero no sabemos qué contenido le habrá dado al círculo negro, probablemente no lo tenía”.

Lee también: La historia de la Comisión Ortúzar, el génesis de la Constitución de 1980

Según Felipe Vergara, sólo el 7% de la comunicación es verbal, lo que explica la importancia de estas imágenes como símbolos. Dice que mientras que la estrella se puede observar como “una tergiversación de la realidad asociada a un patriotismo”, el círculo negro “podía claramente inducir al temor y la campaña del terror que se estaba transmitiendo desde el propio Gobierno”.

Asegura que “la estrella siempre es algo patriótico, es algo que nos vincula a la defensa de nuestros derechos. Entonces, ver un SÍ con una estrella, con el nivel de desinformación que había, claramente podía inducir a un voto. Y eso es un intervencionismo electoral que hoy sería inimaginable”.

Más allá de los dibujos

El analista político de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, ha sostenido abiertamente que este plebiscito fue un fraude, y aunque indica que “hay versiones que la papeleta era demasiado delgada y que se veía el voto”, dice no estar tan seguro de que eso haya sido parte de las decisiones de la Junta de Gobierno.

Al contrario, dice, como se pueden ver otros elementos claves de la elección. “No había padrón electoral. Por lo tanto, al momento de recibir el voto, firmabas un acta pero no había un padrón electoral para ratificar que tú votarías en un solo local. Y la tinta que te pasaban era endeble, por lo que se podía borrar fácilmente”.

En cuanto a la papeleta, “el SÍ estaba en la parte superior con una estrella, remarcado, y el NO estaba en la parte inferior con un círculo. Al ojo del lector o lectora se remarcaba el SÍ por el NO”.

El uso de simbología en elecciones

Utilizar la imagen de una alianza o lista de postulantes podría no ser tan extraña. Estos expertos sostienen que “incluso, en algunos lugares se usa la foto del candidato”, aunque el acceso a la información y el analfabetismo han sido fundamentales para determinar su uso.

“Estos logos funcionan como un atajo cognitivo, eso está estudiado, y funciona bien dentro del juego democrático. Está bien usarlos, ahí no hay una trampa. Las campañas crean logos, tipografías y colores porque quiere generar un recordatorio rápido. Soluciona el hecho de que no siempre te acuerdas de los nombres de la lista por la que estás votando”, asegura Mario Álvarez.

Lee también: Plebiscito de 1989, el día que la Concertación y la dictadura fueron juntas por el Apruebo

Por otra parte, sostiene, “lo interesante del plebiscito de 1980, esto es que no es un logo construido por la oposición. En realidad, la oposición que pudo haber habido en ese momento tenía muchas dificultades para participar entre las violaciones a los derechos humanos y los crímenes que ocurrían. Entonces, más que la existencia del logo, es el hecho de que el Gobierno se haya atribuido la posibilidad de poner los dos logos, el de su opción y el de la oposición”.

Felipe Vergara, en tanto, asevera que “hoy algo así sería una acusación de intervencionismo electoral. Pero además, a nivel mundial, la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos podría sancionarían esto. Hoy sería impensado”.

Tags:

Deja tu comentario