El Tercer Tribunal Ambiental resolvió anular la Resolución Ambiental que autorizó a la empresa Acuícola Cordillera para instalarse en la Reserva Nacional Kawésqar, en la Región de Magallanes.

La acción de invalidación fue presentada por las comunidades indígenas Aswal Lajep, Kawésqar Grupos Familiares Nómades del Mar, Atap, Residente Río Primero, así como también Greenpeace, y personas naturales.

En concreto, esta sentencia va en contra del Centro de Salmones Colo Colo, y se suma a los otros cinco rechazos que las comunidades locales han denunciado por incumplimiento del propósito de protección del área protegida.

El fallo

Los ministros indicaron en el fallo que este proyecto, al haberse presentado de forma paralela junto a los centros Pérez de Arce y Leucotón, los cuales se encuentran muy cercanos, producirían impactos al medio ambiente de forma simultánea, por lo que no pueden ejecutarse si no se evalúan sus efectos de forma conjunta.

Además, sostuvieron que estos comparten rutas de navegación desde Punta Arenas, hasta el último tramo al interior del Golfo Xaultegua, afectando de forma incremental al medio ambiente.

La sentencia también dice que el titular declaró que su proyecto no afectaría el fondo marino, sin embargo, utilizó un valor límite para evaluar la dispersión de contaminantes, que era aproximadamente 10 veces superior al establecido por el conocimiento científico.

La autorización ambiental había sido otorgada mediante Declaración de Impacto Ambiental (DIA), no por el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), acusaron las comunidades, por lo que en el análisis del proyecto no se realizó participación ciudadana y, además, desde esa instancia ya contaba con múltiples observaciones por parte de los organismos encargados en su evaluación, algunas de ellas relacionadas con las causales que determinaron anular el permiso ambiental.

Reacciones

Leticia Caro, representante de la comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómades del Mar, destacó la importancia del fallo, ya que “aun cuando la escalada política empresarial de amedrentamiento contra la defensa de nuestro territorio y contra quienes nos colaboran amorosamente ha ido creciendo; el trabajo constante y con convicción siempre da frutos generosos, solo aplicando y reclamando lo que creemos justo, siendo así que entendemos que estos son proyectos fraccionados que nunca debieron evaluarse por sí solos, tomando en cuenta los impactos sinérgicos que estos provocan en su conjunto en nuestro territorio ancestral”.

“Con este sexto rechazo, se hace cada vez más evidente la incompatibilidad de esta industria con los objetos de protección de la Reserva Nacional Kawésqar”, sostuvo Macarena Martinic, coordinadora de Acceso a la Justicia en ONG FIMA.

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