El ministro de Seguridad ofreció disculpas públicas tras acusar una "encerrona" en la Comisión de Seguridad, mientras persisten las diferencias con parlamentarios oficialistas por el contenido del proyecto.
Ad portas de una votación clave, el proyecto de ley sobre las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) impulsado por el Ejecutivo enfrenta crecientes tensiones internas en el oficialismo.
Parlamentarios del Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA) mantienen reparos esenciales al texto propuesto, lo que ha complicado la posición del ministro de Seguridad, Luis Cordero.
Las objeciones de ambos bloques apuntan a la exclusión del principio de proporcionalidad en el uso de la fuerza, la ausencia de una norma que prohíba disparar desde la cintura hacia arriba, la falta de una disposición que impida aplicar fuerza una vez detenida una persona y la habilitación, vía reglamento, para ampliar el tipo de armamento disponible para Carabineros.
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Ante la falta de respaldo en la Comisión de Seguridad de la Cámara, donde el proyecto obtuvo 10 abstenciones y un voto en contra, Cordero decidió retirar la urgencia del proyecto y postergar su votación para este lunes. La decisión fue tomada en conjunto con los comités parlamentarios, luego de que se evidenciara la falta de coordinación en el bloque oficialista.
La semana pasada, el ministro tensionó aún más la relación con los legisladores tras acusar una “encerrona” por parte de diputados durante la votación en la Comisión.
Esto generó fuertes críticas desde el Socialismo Democrático, el FA y el PC, y obligó a Cordero a ofrecer disculpas públicas. Más tarde, reconoció que había reaccionado molesto y afirmó estar disponible para aclarar “dudas legítimas” en los días siguientes.
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Uno de los principales puntos de fricción es la negativa del Gobierno a incluir de forma explícita el principio de proporcionalidad.
Consultado al respecto, Cordero argumentó que “no fue aprobado ni en la Cámara ni en el Senado. Por lo tanto, no hay posibilidad mixta”. Sin embargo, sostuvo que la regulación sí está implícita en el texto del proyecto.
Desde el oficialismo han exigido una estrategia clara para enfrentar la votación de forma coordinada, e incluso han planteado la posibilidad de que los temas en disputa sean revisados en una comisión mixta si el proyecto no logra avanzar en su actual estado.
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