Aunque nació como un gesto de buena práctica institucional, hoy genera tensión entre oficialismo y oposición por el destino de esos fondos.
La llamada glosa republicana volvió a instalarse en la discusión pública luego de que el gobierno del Presidente Gabriel Boric decidiera no incluirla en el Presupuesto 2026. Dicha decisión rompió una tradición que se mantenía intacta desde el retorno a la democracia. Pero ¿qué es exactamente y por qué genera tanta controversia?
¿Qué es la glosa republicana?
La glosa republicana —también conocida como partida de libre disposición— corresponde a un monto dentro de la Ley de Presupuestos que queda reservado para el próximo gobierno, con el objetivo de que lo utilice según sus prioridades inmediatas.
No está establecida por una norma permanente ni por la Constitución; se incorpora año a año como una glosa dentro del presupuesto anual, por decisión del Ejecutivo y con aprobación del Congreso. En la práctica, se ha consolidado como una costumbre institucional desde los años 90 para facilitar la transición entre gobiernos.
Existen registros claros que desde gobierno de Lagos (US$236 millones) en adelante, todos los presidentes incluyeron esta glosa en su último presupuesto.
El monto variaba según el momento económico: en 2010, Michelle Bachelet dejó cerca de US$450 millones a la administración de Sebastián Piñera; en 2014, Piñera I entregó aproximadamente US$550 millones a Bachelet; y en 2022, Piñera II dejó alrededor de US$687 millones para el gobierno de Boric.
Algunos artículos de la época

La Tercera (2010)

CNN Chile (2013)

Emol (2017)
Polémica por su exclusión del presupuesto 2026
La polémica surgió porque, por primera vez en tres décadas, el Presupuesto 2026 no contempla un monto explícito para esta glosa. En su lugar, el Ejecutivo propone una facultad de reasignación que permitiría al próximo Presidente mover hasta un porcentaje del gasto total, pero sin dejar recursos definidos de antemano.
Desde el Gobierno defendieron que la eliminación de la glosa no implica dejar sin herramientas al próximo Presidente. En entrevista con T13 Radio, el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, explicó que en vez de fijar un monto específico, se optó por ampliar las facultades de reasignación presupuestaria, permitiendo que la próxima administración pueda mover recursos entre partidas “de forma mucho más expedita”.
Según afirmó, el mecanismo entrega “igual o incluso mayor flexibilidad” que una glosa tradicional, pero con un diseño “más transparente y responsable”.
La oposición acusa un quiebre institucional. Evelyn Matthei calificó la decisión como “un daño a la democracia”, mientras José Antonio Kast afirmó que “Boric no es republicano” por eliminar una herramienta que, según dijo, “todos los gobiernos han considerado necesaria”.
Incluso voces del oficialismo, como la candidata Jeannette Jara, han planteado dudas sobre la conveniencia de suprimirla, advirtiendo que también afectaría a un eventual gobierno de su propio sector.
Lee también: “García Ruminot acusa “intervencionismo” de Boric por cadena nacional y critica eliminación de Glosa Republicana“
La discusión ahora quedó instalada en el Congreso, donde se tramita el Presupuesto. Lo que antes era una norma tácita se convirtió en un punto de fricción política: ¿es la glosa un gesto republicano indispensable o un cheque en blanco que debía revisarse? La decisión que se tome marcará un precedente para todas las futuras transiciones de gobierno.