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La noche del miércoles, a dos días del cambio de mando en que se oficializará a Gabriel Boric como nuevo mandatario, el presidente en ejercicio, Sebastián Piñera, dio su último discurso en cadena nacional televisada. Así, Piñera comenzó su alocución señalando que “los países no se construyen de un día para otro: Cada generación, cada gobierno, construye sobre la obra de quienes lo antecedieron”.

De esta manera, pasó a recordar los hitos de su primera y segunda administración, destacando que “gobernar nunca ha sido fácil y a nosotros nos ha tocado especialmente difícil“.  Así, continuó, “en nuestro primer gobierno debimos enfrentar desafíos tan grandes como reconstruir nuestro país después del devastador terremoto del 27-F, y alegrías como el rescate, sanos y salvos, de nuestros 33 mineros”.

“Ahora también hemos gobernado en tiempos muy difíciles, no solo en las dificultades propias de todo gobierno; tuvimos que convivir con el rostro de la adversidad”, lamentó, abordando una de las más grandes crisis a la que debió hacer frente en su labor como presidente: “El estallido social de octubre el 2019, la ola irracional de violencia destructiva que se expandió por todo nuestro territorio, la crisis política y la demanda por un nuevo pacto social“.

“La ola de violencia dejó muchos heridos y lesionados, pero lo más doloroso fue la pérdida de vidas humanas“, subrayó, asegurando que “esta violencia la enfrentamos con todos los instrumentos del estado de derecho, incluyendo el estado de excepción constitucional, buscando siempre compatibilizar el orden público y la seguridad ciudadana con el respeto a las libertades y los derechos humanos“.

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En dicho punto, asumiendo algunas de las críticas que recibió la reacción de su gobierno, explicó que “en ese tiempo no contábamos con fuerzas del orden con la preparación y contingente necesario para la magnitud de esta grave y sorpresiva violencia” y que “con el paso de los días, quedó en evidencia la histórica fragilidad del Estado en materia de inteligencia” .

De la misma forma, rememoró también que su segundo mandato vivió “la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años, la mayor recesión de la economía mundial de los últimos 60 años y, también, la peor sequía de nuestra historia”. En tanto, sobre las soluciones que entregó al respecto desde su liderazgo en La Moneda, destacó “la creación del Ingreso Familiar de Emergencia Universal” y otras inciativas como la implementación de la Pensión Garantizada Universal. No obstante, transparentó, “estamos concientes de las críticas, de no haber podido llegar a todos ni a tiempo

Em cuanto a la pandemia, recordó la aplaudida gestión de su gobierno “asegurando las vacunas en forma temprana, para que pudieran llegar oportunamente a los brazos de todos quienes las necesitaban”, anunciando que “hemos asegurado al próximo gobierno las vacunas necesarias para completar la segunda dosis de refuerzo

Por otro lado, el presidente también se tomó un momento para apuntar a los roces con las fuerzas opositoras durante estos cuatro años: “La acción del gobierno encontró en variadas ocasiones una acción de obstrucción implacable de parte de la oposición y también críticas que no nos parecieron justas, porque no consideraron las dificultades del contexto”, añadiendo que “me preocupa el grave y acelerado deterioro de la calidad de nuestra política (…) la misión del gobierno y la oposición no es desruirse mutuamente, sino colaborar

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“Es irresponsable intentar desmantelar lo que juntos hemos construido”, sostuvo Piñera, dando paso a manifestar sus aprenciones respecto a las discusiones que actualmente se desarrollan al interior de la Convención Constitucional: “Con respecto al proceso constitucional, llevamos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la Constitución del 80, no queremos pasar los próximos 40 años en lo mismo por la nueva Constitución”, recumiendo su percepción en que “me preocupa el excesivo afán refundaciona (…) Chile tiene una historia”.

Finalmente, el mandatario saliente dedicó unas palabras a su sucesor: “En dos días más entregaremos la posta a un nuevo gobierno encabezado por el presidente Gabriel Boric, a quien no solo le deseo el mayor de los éxitos en su futuro gobierno, sino también sabiduría para distinguir lo bueno de lo malo, fuerza pa impulsar los cambios necesarios y resiliencia para enfrentar las muchas dificultades”.

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