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La posibilidad de que el Poder Judicial sea fiscalizado de la misma manera que la Administración Pública es remota. Pero sí hay un control importante que pesa sobre él: el del Ministerio de Hacienda. El presupuesto de los tribunales no es decidido de manera autónoma por las autoridades de la Corte, ya que es anualmente discutido con el Gobierno.
Además de ese control, el Congreso pide trimestralmente informes de cómo se está gastando el dinero. Pero la autonomía finaciera es una aspiración que el Poder Judicial ha tenido desde hace décadas. La independencia que debe tener este órgano es unos de los argumentos importantes que sostienen ese anhelo.
Conoce más detalles en el reportaje adjunto, en torno a las soluciones que planetan los expertos en transparencia.
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