En una nueva edición de Cadena Nacional, el periodista Iván Guerrero conversó junto al escritor y periodista francés, Frédéric Martel, autor del libro “Sodoma: Escándalo en el Vaticano”. En exclusiva, Martel reveló la estrecha red de protección entre Fernando Karadima, el nuncio Angelo Sodano y el círculo más cercano de Augusto Pinochet. Según el autor de “Sodoma”, los consejeros, incluyendo a Francisco Javier Cuadra y a Jaime Guzmán, sabrían de los abusos ocurridos en la parroquia El Bosque.
“A través de las entrevistas que hice en Chile, con archivos secretos del departamento de Estado norteamericano, uno ve y lee que el nuncio Angelo Sodano está mucho más ligado de lo que se piensa a la dictadura de Pinochet. Él está comprometido por lo menos con seis personas muy cercanas a Pinochet, Sergio Rillón, un hombre de Pinochet, Rodrigo Serrano Bombal (…), Osvaldo Rivera, Francisco Javier Cuadra y las otras personas son Jaime Guzmán y Enrique Arancibia Clavel. Estos seis cercanos o consejeros de Pinochet, la mayoría son homosexuales y tienen lazos sumamente fuertes con Sodano. Hay un misterio que develo en mi libro y ahora le pertenece a los periodistas chilenos”, dijo.
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Martel además agregó que “Sodano estuvo al tanto, y fue informado de los crímenes de Fernando Karadima. Él nunca participó de los crímenes, pero él sabía y protegió a Karadima“.
“Es imposible que los responsables que trabajaban con Pinochet, en un sistema tan seguro como el que tenía Pinochet, era imposible que no supieran. Lo interesante y triste a la vez, es que hay cuatro redes que van a proteger a Karadima, primero tienes a Angelo Sodano, los nuncios que son los embajadores del Papa; luego la red de Pinochet y sus agentes que sabían cosas; pero también tienes al episcopado chileno que desde esa época hasta hoy, incluso los cardenales Javier Errázuriz y Ezzati sabían también, sin lugar a dudas y es por eso que hoy en día son interrogados”, dijo.
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Además, agregó que “tenemos que poder entender y comprender las redes gay de Pinochet. Es una de las revelaciones dentro de este libro porque nadie había contado esto. Pinochet tenía una obsesión con los gay, quería saber todo, quién era gay, qué obispo, qué cura era gay, Karadima y Sodano eran sus informantes“.
“Informaban a Rillón, a Serrano, a Rivera, quizás también a Francisco Javier Cuadra, probablemente también informaban a Jaime Guzmán, por las mismas redes que tenían. Era una manera de controlar y de quizás chantajear, es extremadamente importante que esta historia se revele”, finalizó.
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