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Casi 30% cayó la ocupación de los adultos mayores en el último año. Y es que pese a superar la edad de jubilación, muchos siguen trabajando por necesidad. En tanto, otros lo hacen por gusto.

Cinco meses estacionado lleva el auto de José Valdés, quien ya jubilado dirige una flota de radiotaxis que no puede operar desde el inicio de la pandemia. En la empresa antes eran nueve, pero ahora cada vez quedan menos.

En el mismo barrio de Independencia se encuentra Javier Gelmi. Cuando le corresponde saca un permiso para pasear por una hora. Dice que le ayuda a mantenerse activo, ya que desde marzo que no puede atender la botillería familiar.

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José y Javier son parte de un grupo etario golpeado por la emergencia sanitaria. Entre abril y junio se registraron 798 mil adultos mayores ocupados. Casi 30% menos que el mismo periodo del año pasado.

Mauricio Apablaza, investigador del Centro de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (Cipem), asegura que “si bien tienen más experiencia, generalmente tienes menores niveles de escolaridad. La vuelta de estos posibles trabajadores del futuro debería ser una de las demandas en término de políticas públicas”.

Según el gobierno, la situación es “grave”, pero refleja la realidad país. “Hemos perdido 1.800.000 puestos de trabajo y hay más de 700 mil personas adscritas a la Ley de Protección del Empleo”, explicó el ministro de Economía, Lucas Palacios.

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A esa altura de la vida, corresponde la jubilación. Sin embargo, muchos siguen trabajando. La mayoría por necesidad, otros por gusto. Así lo aclara la doctora Carolina Tanco, de la Sociedad de Geriatría: “El trabajo nos permite mantener nuestra autovalencia física, mental y psicológica”.

Bien lo sabe el médico cirujano Luis Astudillo, también conocido como el “doctor del pueblo”, quien arriba de su bus acondicionado, atiende unos 15 pacientes al día, por lo que conoce la reacción de los adultos mayores cuando se quedan sin trabajo.

“Eso produce estrés, nerviosismo y algunos síntomas psicosomáticos, como dolores de cabeza o trastornos digestivos”, afirma.

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