¡Un gran logro! CNN Chile llega al millón de suscriptores en Youtube
Por este hito, la plataforma de videos más reconocida a nivel mundial, hizo entrega de una placa de oro que reconoce el hito en el número de suscriptores.
Ha liderado procesos de transformación en más de 750 organizaciones en 122 países, y la próxima semana regresará a Chile invitado por la Universidad Católica por primera vez en casi 25 años. En conversación con CNN Chile, aborda la relevancia de lo que denomina como las "dos grandes revoluciones" que hoy enfrentan los medios de comunicación.
Probablemente no podía ser de otra forma: Mario García aparece en la conexión con su video en posición vertical, casi como un guiño a su obsesión por contar todo primero pensando en los teléfonos móviles. Está en Nueva York, a pocos días de llegar a Chile por primera vez desde 2001. Con 78 años, está a la vanguardia de la innovación: periodista y uno de los diseñadores más influyentes en las últimas décadas del periodismo visual, ha liderado proyectos con más de 750 organizaciones en 122 países, con rediseños de medios tan emblemáticos como The Wall Street Journal, The Washington Post y Die Zeit. Y llegará a la Universidad Católica este martes 22 y miércoles 23 de abril para dos jornadas en que hará una charla abierta y un taller donde abordará lo que marca como sus dos principales preocupaciones: la manera en que el periodismo se adapta a los celulares y tablets y a la inteligencia artificial.
“Yo terminé de hacer El Mercurio en el 2001, esa fue mi última visita, así que es casi una generación, casi 25 años, y mi expectativa es que llego sin conocer el estado de actualización que tiene el periodismo chileno en los mundos del periodismo móvil y en la inteligencia artificial”, dice García a CNN Chile, expectante por la conversación que liderará en el país.
Su trilogía “The Story” (2019) permanece como un referente por el desafío que plantea: reconocer que hoy la información se consume principalmente en teléfonos móviles y adecuar las historias que se cuentan a esa realidad. Ésa es una revolución muy importante en el mundo de los medios de comunicación, pero no es la única en la que García ha estado presente.
“Yo he vivido a través de cinco revoluciones desde que yo comencé mi carrera en Miami escribiendo para el Miami News y el Miami Herald como reportero. Ahí había máquinas de escribir, o sea, yo pasé por la revolución de la máquina de escribir a los ordenadores. Después pasé de la revolución del blanco y negro que se convertía en color en los periódicos. Yo le puse color a 225 periódicos por todo el mundo, incluyendo el Wall Street Journal, o sea que esa era una gran revolución. Después vino la revolución del Internet y después vino la revolución digital, que es la que estamos ahora”, señala.
García explica que el hecho de que la mayor parte de los contenidos se consuman en teléfonos móviles significa que hay un cambio mayor en cómo los lectores interactúan con las historias. “Cuando tú diseñabas o escribías para el periódico tradicional, lo hacías pensando en los ojos y el cerebro. Aquí tienes que pensar en el dedo también. La gente quiere apretar y ver algo, ver una gráfica animada. Quieren ver un video, quieren apretar y escuchar cómo canta esta persona a la que le están haciendo la entrevista. Entonces, esa cosa de llegar a otros sentidos hizo que se cambiara lo más sagrado que hay para el periodista, que es la forma de componer una historia”, plantea.
“¿Cómo se cuentan las historias en un móvil? Se cuentan exactamente como se hace una conversación en WhatsApp. Acabo de llegar a Santiago de Chile. Mira este parque. Foto. Ahora me he sentado a comer en un restaurante. Mira el plato de comida. Foto. Entonces, redactamos y enseñamos, redactamos y enseñamos. Eso es lo opuesto de cómo leemos una historia en papel, donde nunca se interrumpe el flujo de la narrativa”, agrega. “Creamos todo el contenido horizontalmente y lo consumimos 82% de la gente verticalmente. Ahí está el dilema, creando una cosa de una manera y consumirla de otra. Es muy difícil para los periodistas aceptar que no solo las palabras cuentan, sino que el video cuenta”.
Además, García señala que, a diferencia de lo que ocurre al leer un periódico fijo, el soporte genera una competencia gigantesca con otros estímulos. “Vivimos en el periodismo de las interrupciones. Porque ese teléfono suena, te llama tu madre, tienes un correo, Instagram te ha mandado un mensaje y tú estás leyendo un artículo. Los párrafos tienen que ser cortos. El proceso de seducción es mucho más difícil porque vas de aquí para allá. Como tú decías, no estás solamente leyendo el artículo en el teléfono. De pronto el teléfono suena y te llama o dice si usted tiene un correo, te vas a leer el correo. ¿Regresas o no? Entonces los subtítulos dentro de los temas son muy importantes. O sea, lo que es la materia de lo que un periodista aprendió lo tiene que reaprender porque hay que redactar diferentemente para este medio. Es muy fascinante”.
“Un teléfono presenta la información como si fuera radio, periódico, televisión, cine. Es todo eso, pero es una entidad muy propia. Y entonces, una de mis misiones en todos mis talleres, en mis libros, es entrenar a la gente. Hacemos un taller y se sientan y dicen: tomen el artículo que ustedes publicaron ayer como si fuera para un periódico del año 61 y adáptenlo. Y todos en dos horas empiezan a adaptarlo. Abren sus horizontes, cambia todo. Eso es lo que espero hacer en Chile”, apunta García.
“Yo tengo 78 años, siempre soy la persona mayor en cada salón donde me encuentr, pero convenciendo a gente mucho más joven de que ha cambiado la dinámica de cómo se consume la noticia. Y nosotros tenemos una responsabilidad de cambiar cómo la creamos”, reflexiona Mario García sobre su enfoque en las charlas, talleres y asesorías a medios de comunicación. “La única razón que yo a mi edad todavía trabajo es que soy un hombre con una misión, si yo puedo llegar allí y 20% de los que están asistiendo van a tratar de incorporar estas ideas en su trabajo, valía la pena, o sea que es una misión más o menos de evangelio, de ir a convertir a la gente, pero no convertirlos con palabras, sino convertirlos”.
Muy en la línea con el título de su icónico libro, el periodista y diseñador de origen cubano -que llegó a los 14 años a Estados Unidos- destaca que lo que está al centro de cada conversación es la historia, y que los avances y cambios tecnológicos han dotado de cada vez mejores herramientas para poder narrarlas. “El periodismo está basado en contar historias y mientras más personas lean tu historia o consuman tu historia, mejor ha sido. Entonces ahora tenemos un arsenal de herramientas para poder hacer eso”, afirma.
Lo que suena coherente a veces no es fácil. “El elefante en la habitación es un periódico de papel, porque el periódico de papel lleva ahí 128 años, quizás en esta casa, en El Mercurio igual, en el New York Times, y entonces es el que rige los patrones con las tradiciones”, dice García. Por eso, cuenta que mira referencias que están más allá de los medios de comunicación.
“Yo busco mucha inspiración. Por ejemplo, Red Bull tiene una revista, vas a redbull.com y como ellos no tuvieron nunca un periódico, nadie tiene allí la tradición de decir: “¡Pero el periodismo tiene que ser así!”. Te presentan historias fabulosas como deben ser presentadas en el momento actual. Te presentan video, te presentan audio, tú puedes ver a un surfista batiendo las olas, pero después sale y se toma un Red Bull. O sea, hay mucho marketing, pero al mismo tiempo muy bien. Nike, que hace zapatos. Como no tienen el legado de periódicos, ahí es donde tú encuentras muchos mejores ejemplos de todo esto, porque se van a contar la historia como la contarían en una conversación de WhatsApp”, comenta sobre casos que han adaptado la manera de contar historias a los nuevos formatos.
“La barrera que hay que bajar es que al final de la historia todos estamos en el mundo de contar historias. Cómo las contamos es lo importante”, agrega García en su conversación. “No todos escribimos como Gabriel García Márquez ni como Mario Vargas Llosa, que la prosa era muy rica. O sea, hay veces que ya sabemos que si tú empiezas en el teléfono un artículo con movimiento, con un video, aunque sea de 20 segundos, va a haber 40% más personas que van a seguir leyendo que si tú empezaste con un bloque de texto, como si estuvieras haciendo un periódico de papel. Pero no lo hacemos así, porque en muchos lugares te dicen: ‘sí, pero el primer párrafo de una historia debe ser palabras’. ¿Quién dijo? Ha sido así porque no habían los otros medios”.
Mario García recuerda que fue en su tránsito diario cuando él, un referente de los periódicos, se dio cuenta de que todo estaba cambiando. “Me paso muchas horas del día consumiendo información, pero al mismo tiempo veo como la gente lee. Yo me montaba aquí en el metro de Nueva York y veía que cada día había menos periódicos hasta el momento que nadie leía un periódico, pero todo el mundo estaba sentado en el tren con un teléfono en la mano o con una tableta en la mano. Entonces, de ahí salió el libro ‘The Story’, porque vives en una metrópolis como esta y en el metro no veo, no hay un periódico. Pero aquí se publica el New York Post, el New York Times, el Daily News, periódicos hay. En un metro de Nueva York se montan ejecutivos, se montan grandes damas de la sociedad. Todo el mundo se monta en el metro. Y nadie lleva un periódico”, plantea.
Esa observación la llevó a sus libros y talleres para liderar procesos de cambio en las redacciones, una tarea que es compleja, según manifiesta. “Los periodistas odian el cambio. Les encanta hacer una cobertura de una historia de cambio: si hubo un cambio en el gobierno, si hubo un cambio en la medicina, si hubo un cambio en el deporte, corren tras esa historia, pero que no le cambien a ellos. Entonces, ahora de pronto tienen dos revoluciones que les han llegado al mismo tiempo. Es un momento muy interesante para las redacciones. Y la buena noticia es que yo en mis consultorías por todo el mundo veo que 10 por ciento de los que están en esa redacción nunca se van a unir al cambio, pero 90 se unen”, plantea.
Para García, las dos revoluciones actuales -la digital y la de la inteligencia artificial- coinciden para generar un cambio sin precedente. Pero además, la fuerza de esta última hace que ahora sea un proceso además inevitable. “La parte digital yo creo que tocó en la puerta de la redacción y muchos no le abrieron la puerta. La inteligencia artificial pateó la puerta. Le dio una patada y dijo: ‘aquí estoy’. Entonces, por eso mi tema de este taller son las dos revoluciones”, señala.
No es casual. El último libro de García, “AI: The Next Revolution in Content Creation” (2023) aborda el fenómeno. Y el periodista y diseñador dice que la mejor analogía para la inteligencia artificial es pensarla como una grúa. “Tienes que imaginártela como una grúa. Tú estás haciendo un edificio. Si el humano tuviera que llevar cemento en cubos de cemento, herramienta del edificio nunca se terminaría. La grúa te hace lo que en inglés llamamos el heavy lifting. La carga pesada te la hace. Pero esa grúa no podía haber diseñado bien el edificio. Esa grúa no sabe los problemas que pueden tener los empleados. No hay alma, no hay corazón, no hay opinión”.
“Yo soy un proponente de la inteligencia artificial, te ayuda. Si tú lo usas como una grúa, como un acompañante que siempre está dispuesto, que te va a ayudar a pensar, maravilloso. Pero no tiene alma, no tiene corazón y esas son las cosas que yo voy a tener”, reflexiona García. “Pero al mismo tiempo, en este momento yo encuentro más oposición a la inteligencia artificial que a lo que es al periodismo móvil. Y claro, llego yo, un individuo que casi tiene ochenta años a decirle, estas dos cosas ustedes las tienen que abrazar y tienen que pensar que van a mejorar lo que ustedes hacen, la oferta, y van a llevar ese contenido más ligeramente, de mejor manera al que lo consume”, señala como provocación final, y como mensaje para quienes piensan en cómo llevar el periodismo a los nuevos formatos.
Por este hito, la plataforma de videos más reconocida a nivel mundial, hizo entrega de una placa de oro que reconoce el hito en el número de suscriptores.