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La propuesta de jornada flexible que podría significar cuatro días de trabajo y tres de descanso, indicada en el segundo proyecto de modernización laboral impulsado por el Ejecutivo, sigue generando reacciones.

Ante las críticas sobre el exceso de horas de trabajo que la opción implicaría y el cambio rutinario que generaría para el empleado, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg sugirió que los trabajadores comiencen su jornada laboral a las 7:30 de la mañana para cerrar el día antes y ahorrarse el tráfico. 

Los dichos del ministro abrieron un debate en las redes sociales cuestionando una posible precarización laboral y abriendo la pregunta: ¿A qué hora comienzan la jornada los chilenos? El periodista Francesco Gazzella optó por preguntarle a quiénes nos representan en la Cámara de Diputados.

La mayoría de los diputados comienzan su día entre las 6:30 y 7:00 de la mañana, como el diputado de RN Francisco Eguiguren, quien señaló “yo abro un ojo a las seis y media de la mañana y termino hasta largas horas de la noche”.

El diputado de Revolución Democrática Jorge Brito, comentó que “cercano a las siete de la mañana leemos los medios de prensa… después tenemos la actividad parlamentaria. Tratamos de ponerle empeño al trabajo en el distrito”. 

Yo me levanto a las 6:30 de la mañana. Despierto a mi hija a las 7:00 para que a las 7:30 estemos saliendo de la casa y tenerla en el colegio a las 8:00“, relató la diputada comunista Camila Vallejo.

El diputado UDI Guillermo Ramírez agregó “Yo antes de ser diputado llevaba a mis niños al colegio a las 7.15 y partía a las 7.30… es algo que a mí me acomodaría”.

El ministro defendió su idea argumentando que “algunos días me gustaría llegar antes para irme antes, como un viernes o antes de un fin de semana largo… otros más tarde para ayudar a mis hijas o a mi señora con cosas familiares”. Sin embargo, el secretario de Estado aclaró que no sería algo diario y depende del tipo de trabajo de cada persona.

Visiones sobre el proyecto

La propuesta del gobierno contempla que se pueda pactar entre trabajador y empleador la distribución horaria en un esquema de 45 horas a la semana o uno de 180 mensuales que se pueda distribuir de manera distinta, opción que personeros de la oposición han calificado como efectista, populista y que esconde letra chica.

Lo que está proponiendo es volver al siglo XIX. Volver con las jornadas de 12 horas, que ya habían sido superadas por el movimiento sindical a nivel mundial, que habían sido superadas por los organismos internacionales”, criticó Vallejo.

Sin embargo, el ministro Monckeberg argumentó en entrevista con CNN Chile que “todas las propuestas que hemos planteado mantienen todos los derechos de los trabajadores, pero dan nuevas oportunidades para hacer más compatible el trabajo con la vida”.

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