El senador Alejandro Guillier se incorporó a las filas del Partido Progresista (PRO), colectividad fundada por Marco Enríquez-Ominami, su ex contrincante en las elecciones presidenciales de 2017.

Según explicaron ambos a El Mercurio, los primeros acercamientos ocurrieron en 2019, tras el estallido social: “sin estar coordinados, en noviembre de 2019, tanto Alejandro como yo fuimos muy duros con el acuerdo de paz y sus insuficiencias con los independientes. Fuimos muy claros y ciertos de que las leyes eran inconducentes”, afirmó (ME-O).

Esta cercanía se consolidó con la elección de gobernadores regionales, instancia en la que ambos se desplegaron para apoyar al mismo candidato, Ricardo Díaz, quien ganaría la gobernación de Antofagasta.

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Guillier contó que durante la campaña “nos reímos, recorrimos el desierto juntos, fuimos analizando los puntos de vista y nos dimos cuenta de que había que hacer algo“.

La experiencia en estas cuatro elecciones es que el PRO abrió sus puertas a los independientes. A la ciudadanía. Gracias a ellos mucha gente valiosa logró ser electa en las elecciones. Eso aún no lo veo en otros partidos. Ser independiente no es lo mismo que no tener referencia política y el PRO es uno de los pocos partidos que ha visto esto, que se ha enriquecido con el aporte de toda esta gente”, agregó el senador.

El PRO aún tiene pendiente su definición presidencial, ante lo cual ME-O señaló que “lo que hemos conversado con Alejandro es unidad, unidad, unidad. Eso requiere sustancia, densidad y no frivolidad. Hemos tenido algunas candidaturas que participan de una lógica más de marketing. No veo un proyecto para Chile. Por eso, haremos las cosas que correspondan para la unidad. Nuestro partido estará puntual el 23 de agosto, dispuesto a tomar cualquier desafío en el que se nos necesite, como comandantes o como soldados“.

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