Gobierno alerta presencia de redes adultas detrás de ataques en liceo emblemáticos: Se perfilan como “sujetos antisistema”

Por Arelí Zúñiga

02.12.2025 / 18:39

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El secretario de Estado acusó la presencia de grupos antisistema apoyados por adultos y celebró la designación de un fiscal exclusivo, aunque advirtió que el miedo de los testigos sigue frenando el avance de las investigaciones.


A raíz del ataque ocurrido el viernes en el Instituto Nacional, donde encapuchados agredieron a tres profesoras y lanzaron bombas incendiarias, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, advirtió este martes que la situación en los liceos emblemáticos del país ha cruzado un umbral en términos de seguridad.

En conversación con Radio Cooperativa, el secretario de Estado afirmó que estos episodios ya no pueden considerarse problemas de convivencia escolar, sino derechamente delitos.

Cordero describió un escenario que, según él, se ha “normalizado” peligrosamente: grupos violentos operando desde el interior de establecimientos históricos, apoyados por adultos y con capacidad de coordinar acciones entre distintos colegios.

“No puede ser regular que Carabineros deba instalar unidades de control cerca de cada liceo para esperar si habrá lanzamiento de bombas molotov. Eso es inadmisible”, recalcó.

El perfil de involucrados

El ministro sostuvo que los responsables corresponden principalmente a “sujetos antisistema”, cuya presencia —dijo— ha intimidado por años a las comunidades educativas.

Aseguró también que estos menores no actúan solos y que existen adultos involucrados con tres perfiles predominantes: apoderados o exapoderados, exalumnos y personas que participan en una red con capacidad de movilización entre diversos establecimientos.

Para enfrentar este fenómeno, el Gobierno solicitó al Ministerio Público designar un fiscal especializado.

La petición fue acogida por el fiscal regional Centro Norte, Xavier Armendáriz, quien encabeza un equipo con foco exclusivo en estas investigaciones.

Cordero expresó “esperanza” en el avance de la indagatoria, aunque reconoció que la persecución penal enfrenta un obstáculo decisivo: el temor de los testigos.