En el último día de plazo, el Fiscal Nacional Jorge Abbott presentó sus descargos por escrito a la solicitud de destitución en su contra.
Esto, luego de que la Corte Suprema declarar admisible a mediados de julio el requerimiento presentado por el Frente Amplio.
¿Por qué llegó a esto?
El jefe del Ministerio Público quedó en el centro de la polémica tras sus dichos en la cuenta pública del organismo: dijo que desaforar parlamentarios al dar curso a investigaciones podría afectar al cuórum en el Congreso.
Todo aquello motivó críticas al eventual “trato especial” que podría desprenderse de las palabras de Abbott de parte de la Fiscalía hacia el Ministerio Público. Y esto surgió no sólo de algunos sectores políticos, sino que también de ex fiscales como Carlos Gajardo.
“Cuando presentamos nuestra renuncia a la institución en el mes de enero, decíamos que nos parecía que había un trato distinto dependiendo de la persona que estaba al frente. Lo que ha hecho el fiscal nacional en su cuenta pública es reconocer que eso es así”, dijo a CNN Chile en el mes de abril.
A ello se le suma las reuniones que sostuvo Abbott con el hoy ministro de Justicia, Hernán Larraín: primero en 2015 -con Larraín como senador- cuando el primero de ellos era postulante a encabezar el Ministerio Público, y luego en 2017 en la que ambos abordaron”la situación que afectaba al senador Iván Moreira”, procesado en el caso Penta.
Así, a la acción presentada por el Frente Amplio se sumaron apoyos desde algunos parlamentarios del PC, el PPD y el PRO.
Jamás desde que se implementó la reforma procesal penal un fiscal nacional ha sido destituido.
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