Felipe Berríos tras su reincorporación a la Compañía de Jesús: “El prejuzgamiento y la obcecación han sido feroces”

Por CNN Chile

10.12.2025 / 10:06

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El sacerdote se refirió al Decreto del Dicasterio del Vaticano en el que se revirtió su expulsión de la congregación y aseguró que "llevo más de tres años siendo públicamente acusado y sufriendo una persecución implacable".


El sacerdote Felipe Berríos se refirió a la decisión adoptada por el Vaticano, luego que revirtiera su expulsión de la Compañía de Jesús.

Su salida de la congregación se produjo luego que se realizara una denuncia pública en su contra por una presunta agresión sexual contra una mujer. A inicios de diciembre, la Corte de Apelaciones de Santiago decretó el sobreseimiento de Berríos luego que se determinara la prescripción de los hechos investigados.

Respecto a la determinación del Vaticano, Berríos aseguró que “llevo más de 3 años cargando con el estigma de haber cometido delitos de connotación sexual que nunca cometí. Llevo más de tres años siendo públicamente acusado y sufriendo una persecución implacable que ha significado un daño reputacional enorme para mí y para quienes valientemente creyeron en mi palabra y en mi inocencia. Llevo más de tres años siendo atacado sin piedad por la Fundación para la Confianza y sin misericordia por la propia Compañía de Jesús”.

En relación con el Decreto del Dicasterio de la Santa Sede, planteó que “es categórico en sus razonamientos y conclusiones: analiza, detalladamente, uno por uno los cargos y los desestima por ausencia de lógica interna y externa, por sus vacíos argumentales y por ausencia de elementos de corroboración suficientes”.

“Reitero que soy una persona que cree en la Justicia, por ello me autodenuncié para ser investigado transparentemente por los tribunales nacionales, que también me sobreseyeron definitivamente en dos ocasiones determinando no solo que las imputaciones que se me formularon estaban prescritas, sino que no eran constitutivas de delito ni se encontraban suficientemente fundadas, desacreditando así cualquier interpretación antojadiza de los hechos”, añadió.

En esa misma línea, aseguró que “como hombre de fe, seguiré guiando mi vida bajo los principios de Jesús al modo de San Ignacio de Loyola, el padre Arrupe y San Alberto Hurtado y continuaré poniendo en práctica su palabra ahí donde me necesiten, tal como lo vengo haciendo desde mis 20 años en que entré a la Compañía de Jesús y más ahora que este Decreto me rehabilita para el ejercicio del sacerdocio”.

“Finalmente, hago un llamado a que los delitos de connotación sexual, por su gravedad, sean siempre denunciados, investigados con rigor, con seriedad, con apego a la ley y sin farandulización. En mi caso ha ocurrido todo lo contrario y el prejuzgamiento y la obcecación han sido feroces, tanto así que la Compañía de Jesús, que fue mi casa por décadas, incluso hoy ante la evidencia irrefutable de mi inocencia persiste empecinadamente en sancionarme por cualquier vía, acusando incumplimiento de mi voto de obediencia por el solo hecho de defenderme, que es lo que en definitiva me permitió demostrar mi inocencia”, sentenció Berríos.