La relación de cercanía entre ambos y el silencio posterior del imputado avivaron las sospechas de la familia de la víctima, que hoy exige justicia.
La investigación por el asesinato de Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, dio un giro decisivo esta semana con la detención de Wilson Verdugo Díaz, empresario gastronómico, quien es señalado como el presunto autor intelectual del crimen.
Reyes, de 43 años, fue asesinado el 19 de junio frente a su domicilio en la comuna de Ñuñoa.
Según fuentes cercanas a la causa, el móvil del homicidio estaría vinculado a una millonaria deuda —más de $ 1.000 millones— que Verdugo mantenía con la víctima.
La fiscalía investiga si el empresario habría contratado a un intermediario para coordinar la ejecución del crimen a manos de sicarios.
Una familiar de Reyes, en conversación con Mega, aseguró que la relación entre ambos era cercana y de larga data.
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“Wilson era alguien que compartía con nosotros, almorzaba con la familia. Se conocían desde hacía años”, dijo.
Asegura que los préstamos comenzaron siendo montos menores, pero con el tiempo se volvieron más frecuentes y cuantiosos: Él (Felipe) empezó a prestar plata de a poco. Eran $20 millones, después $10 millones y después $20 millones más y la rueda fue girando y obviamente se fue agrandando”.
“Le pagaba con intereses, pero la deuda creció rápidamente. Terminó debiéndole más de 1.000 millones”.
En ese sentido, detalló: “Wilson sí le pagaba. Le pagaba con intereses, pero (Felipe) le seguía prestando. Wilson siempre contestaba el teléfono y ellos comían casi a diario”.
El imputado “compartía con la familia, se sentaba en la mesa”, según su testimonio.
Las sospechas iniciales apuntaban a Verdugo
La mujer también relató que tras el asesinato, comenzaron a sospechar de inmediato del empresario.
“Felipe no tenía enemigos, nunca tuvo problemas con nadie. Cuando lo mataron, Wilson fue al funeral, pero su actitud llamó la atención. Incluso intentó desviar sospechas entregando el nombre de otra persona a la viuda”, señaló.
De acuerdo con los antecedentes recopilados, Verdugo habría continuado evadiendo cualquier conversación sobre la deuda durante más de un mes, mientras mantenía una actitud de aparente normalidad frente a la familia.
Actualmente, el empresario se encuentra siendo formalizado por su presunta responsabilidad en el crimen.
Su defensa insiste en que es inocente y que no existen pruebas que acrediten su participación directa.