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Los candidatos presidenciales abordaron los desafíos de la región en el marco de ENELA 2025.
Este control restrictivo deja a Codelco inhabilitado para incorporar talento que ya domina procesos críticos de minería, procesamiento químico y comercialización de carbonato de litio.
En abril de 2025, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) aprobó el acuerdo entre Codelco y SQM para explotar en conjunto el litio del Salar de Atacama, condicionándolo a medidas de mitigación por posibles riesgos de coordinación y acceso a información sensible. Entre ellas destaca la prohibición expresa de nombrar como directores, ejecutivos, empleados o asesores a cualquier persona que haya prestado servicios de asesoría u ocupado cargos en firmas del litio
La FNE advirtió que la operación podría facilitar intercambios de datos estratégicos entre competidores, lo que motivó exigencias de gobierno corporativo adicionales para blindar la confidencialidad y prevenir el denominado “interlocking”. Sin embargo, esa salvaguarda introduce un impacto no previsto: limita radicalmente la contratación de profesionales con trayectoria en la industria, truncando la acumulación de know-how indispensable.
En la práctica, cada candidato propuesto debe superar un filtro que revisa su trayectoria ejecutiva y cualquier vinculación previa con empresas del rubro. Así, directores y ejecutivos —y hasta empleados o asesores con contratos de consultoría— están obligados a certificar que no han trabajado en firmas competidoras en el último año. Entonces, vale preguntarse ¿De dónde vendrán los expertos en litio para la nueva empresa, si ninguno puede tener experiencia en Litio? La respuesta parece simple. Sólo de SQM. Única empresa con experiencia en litio que no puede ser considerada competidora de sí misma.
Este control restrictivo deja a Codelco inhabilitado para incorporar talento que ya domina procesos críticos de minería, procesamiento químico y comercialización de carbonato de litio.
Durante la primera fase del joint venture (2025-2030), SQM detentará el control operativo, relegando a Codelco a un rol testimonial en decisiones estratégicas. La estatal quedará, por tanto, obligada a confiar exclusivamente en los especialistas de SQM, en todas y cada una de las áreas relevantes, sin el respaldo de expertos externos que conozcan los desafíos técnicos y las mejores prácticas del sector.
La literatura sobre capacidad institucional, regulación y economía industrial advierte con claridad que el know-how no se genera de la noche a la mañana: exige transferencia sostenida de conocimiento tácito, redes de práctica consolidadas y procesos de capacitación. Sin esta base, el riesgo de ineficiencias operativas se dispara, con posibles sobrecostos de inversión, retrasos en la puesta en marcha y pérdida de oportunidades de mercado.
Aunque a partir de 2031 Codelco asuma formalmente el control del negocio, las restricciones de la FNE permanecerán vigentes durante todo el horizonte contractual, prolongando la fase de desventaja técnica por décadas. La narrativa oficial que presenta la alianza como una escuela de aprendizaje estratégico deviene en paradoja: la transferencia efectiva de capacidad técnica se ve bloqueada por exclusiones permanentes de talento.
En conclusión, las medidas de la FNE cumplen el propósito de proteger la competencia evitando interbloqueos, pero introducen restricciones invisibles que impiden a Codelco construir know-how propio. Este efecto colateral cuestiona la conveniencia y potencial del acuerdo y la fuerza de la estrategia estatal para erigirse como actor relevante en el mercado global del litio, cuya demanda crece aceleradamente hasta 2050.
Rafael Pizarro
Director Escuela de Administración Publica UTEM
Miembro Secretaría Ejecutiva Comisión Nacional del Litio 2014-2015
Los candidatos presidenciales abordaron los desafíos de la región en el marco de ENELA 2025.