Una turba de al menos 16 sujetos armados irrumpió en la vivienda de la concejala Marcela Poveda la noche de este miércoles.
Minutos de terror fueron los que vivieron la concejala de La Pintana, Marcela Poveda, y su familia luego de que fueran víctimas de un violento robo en su casa la noche de este miércoles.
Al menos 16 sujetos armados irrumpieron en la vivienda. Llegaron cerca de las 23:00 horas a bordo de cinco vehículos y forzaron el acceso del inmueble, donde se encontraban cuatro integrantes del grupo familiar, a quienes intimidaron con armas de fuego.
Dramático relato de concejala que sufrió violento robo
En conversación con la prensa, Poveda reflexionó sobre el robo. “Estamos bien, un poco nerviosos, mi familia está bien, pero esto es lo que le pasa a muchos vecinos (…). Lo que nos sucedió a nosotros, que yo sea concejala de La Pintana, es lo que le pasa a todo Chile”.
“Estábamos viendo el debate presidencial en la parte baja de la casa, y efectivamente llegaron de forma muy violenta. Yo creo que pensaron que teníamos electrodomésticos, electrónica o algo así, porque aparte nos pedían joyas. Yo no uso ni anillo”, continuó.
Mencionó que en un momento sintió un “ruido extraño”, que asoció a vecinos jugando a la pelota. “Abro la puerta del comedor y lo único que veo es un montón de delincuentes, porque no eran niños, son delincuentes, tipos sobre 20 años, cortando con algo las protecciones de la reja”.
Inmediatamente, alertó a su esposo de lo ocurrido. “Él trata de cerrar la puerta y en un segundo los tipos se abalanzaron, se fueron en contra nuestra, empujaron la puerta. Mi marido me dice corre, porque estaba mi hijo con su polola arriba y ahí yo subo al segundo piso, pero me toman en el segundo piso, mi marido abajo y a mi hijo con la polola. Me tiran al suelo a mí, a mi marido también, entraron con pistolas, eran muchos”.
Jóvenes que jugaban en una plaza notaron lo ocurrido y comenzaron a gritar. “Quiero darle las gracias a mis vecinos, porque cuando se escuchan los balazos fue porque los niños que estaban en la plaza se dieron cuenta y empezaron a gritar y a tirar piedras a sus autos para evitar el robo. Cuando los tipos que estaban adentro empezaron a sentir este ruido (…) percutaron alrededor de 13 disparos o 16, no tengo claro”.
Poveda detalló que le robaron los aros que tenía puestos. Además, resaltó la insistencia de los asaltantes de que se les entregara dinero y joyas: “No había ni efectivo ni había joyas, entonces, se volvieron como locos, dando vuelta todo, desvalijando. A mi marido le apuntaron con el arma”.