Chile fue uno de los países que se opuso a la decisión de la ONU de retirar la cannabis de la lista de drogas más peligrosas.

El organismo internacional aprobó este miércoles uno de los mayores cambios en política de drogas de las últimas décadas al reconocer las propiedades medicinales de la planta y eliminarla de la Lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, aunque su consumo con fines recreativos sigue prohibido.

En ese convenio, la cannabis estaba hasta ahora clasificada en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se otorga escaso valor médico.

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La determinación fue tomada por mayoría simple de 27 votos, de los 53 Estados de la Comisión de Estupefacientes, el órgano Ejecutivo de la ONU en políticas de drogas.

Todos los Estados de la Unión Europea (UE), con excepción de Hungría, y numerosos de América se sumaron a la aprobación, mientras que gran parte de los países de Asia y África se ha opuesto, al igual que Chile.

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