El rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Carlos Peña, aseguró que la docente y expresidenta de la Convención Constitucional Elisa Loncon ha sido objeto de racismo y clasismo, ante la polémica por la orden entrega de sus antecedentes académicos por parte del Consejo para la Transparencia (CPLT).
A principios de mayo, el organismo liderado por Francisco Leturia le exigió a la Universidad de Santiago de Chile (Usach) dar a conocer los documentos académicos de Loncon en la institución, como cursos de pre y posgrado, publicación de estudios y papers de los últimos cinco años, después de que se le otorgara en diciembre de 2022 un año sabático por su “jerarquía académica y antigüedad”.
El CPLT sostuvo que los datos solicitados son de carácter público, por lo que “debe ejercerse con probidad y transparencia”, con el fin de “transparentar las actuaciones de los funcionarios de los órganos de la Administración del Estado ante la ciudadanía”.
No obstante, la Usach se negó a entregar los antecedentes, indicando que Loncon se opuso y que la publicidad de la información afectaría su “integridad personal”. Incluso, la casa de estudios decidió presentar un reclamo de ilegalidad en contra del consejo ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
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¿Qué dijo Peña?
En una carta al director publicada este viernes en El Mercurio, el también columnista sostuvo que “es verdad que ella, o la universidad a la que pertenece, han cometido un error, que seguramente se enmendará, al negarse a hacer públicos los antecedentes que se le han solicitado. Aceptemos eso”.
Sin embargo, “también es verdad -es cosa de mirar las redes para advertirlo- que ella ha sido objetivo del más repudiable racismo y clasismo, que en nuestra sociedad abunda”, agregó.
Peña acusó que Loncon ha sido víctima de burla por la manera en como hablar el español o pronuncia el inglés, “o de la forma en que se viste para comparecer en la escena pública. Todo esto es simplemente inaceptable”.
“Burlarse de una persona porque se viste como su cultura le enseña, o de los marcadores socioculturales que revela su expresión -y servirse de eso para sembrar sospechas sobre sus certificados académicos-, es un acto inaceptable de discriminación, puesto que significa reprochar o transformar en motivo de rechazo y de trato desigual el origen cultural de su habla o su vestimenta revelan y que ella, con toda razón, exhibe”, expresó.
Según el rector, “hay también en todo esto una cuestión de clase. En nuestra sociedad las personas de clase alta suelen hablar impunemente mal: abunda los que, seguros de su posición social, se permiten torturar el castellano o adornar su habla con coloquialismos y con garabatos (además de tonterías). Pero si una persona, como la profesora Loncon, frasea el castellano o pronuncia el inglés revelando su lengua materna y su origen étnico, ello desata burlas y las más variadas sospechas”.
De este modo, Carlos Peña manifiesta que, a su juicio, extraña que en “tiempos feministas y cuando se reclama paridad en los directivos de las sociedades anónimas, se guarde silencio frente a las agresiones de que ha sido víctima Elisa Loncon y no se advierta que ella es un ejemplo de valor, resiliencia y desempeño en una sociedad donde la clase, el género y la etnia deciden el destino de tantos”.
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