En medio de la discusión legislativa del proyecto Aula Segura, ahora conocido como Aula Democrática tras los cambios realizados por la oposición, la Superintendencia de Educación reveló las cifras actuales de expulsiones de alumnos en colegios chilenos.
En los últimos 12 meses 745 estudiantes han sido sacados de los establecimientos, entre expulsiones inmediatas y cancelaciones de matrículas al cierre del año escolar.
En otros términos, esto significa un promedio de seis alumnos son expulsados por semana, según los datos consignados por La Tercera.
Los casos que han motivado estas decisiones han sido por agresiones de estudiantes contra compañeros (49%), violencia contra docentes (14%) y otras situaciones graves como porte de armas, tráfico de drogas y consumo de éstas (37%).
Nicole Cisternas, directora de Política Educativa de Educación 2020, asegura al matutino que estos datos “nos muestran que la violencia escolar es un problema y que es multidimensional. La evidencia muestra que para abordar esto se necesitan programas que contemplen a los distintos actores”.
Sobre este punto, agrega que estas cifras “fundamentan toda la discusión de que Aula Segura, en su primera versión, era un proyecto insuficiente para dar respuesta a la violencia escolar”.
En contraste, el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, Ignacio Illanes, apunta que no se pueden resolver todos los aspectos de la convivencia escolar con leyes: “Hay que dejar espacio a las reglamentaciones internas, para que reflejen los diferentes sellos educativos. Por eso, entiendo que las autoridades hayan querido acotar la discusión a un punto específico y crítico: los hechos de violencia grave, que no son aceptables en ningún colegio”.
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