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La última década hemos visto cómo Michelle Bachelet y Sebastián Piñera se han alternado en la presidencia de Chile.
Esto ha modificado gran parte del espectro político, y los bloques principales se han visto amenazados por el ingreso de nuevas fuerzas.
Desde la izquierda ha surgido el Frente Amplio, cuya candidata presidencial, Beatriz Sánchez, logró un alto porcentaje de los votos, si consideramos que el bloque era relativamente nuevo.
Hacia la derecha, agrupaciones más liberales y otras más conservadoras han tomado parte de la discusión política.
Cae el proyecto de la Nueva Mayoría
“Me enteré por la prensa“. Esa fue la respuesta de la entonces presidenta Michelle Bachelet. La Nueva Mayoría vio cómo un caso de aparente tráfico de influencias sepultaba su coalición.
“Le gente sencillamente no le creyó”, explicó el ex director de Adimark, Roberto Méndez.
El reportaje de la Revista Qué Pasa titulado “Un negocio Caval” reveló el caso que terminaría pasándole la cuenta al gobierno. El primero en dejar su cargo público fue uno de los principales implicados, Sebastián Dávalos, hijo de la mandataria.
El discurso anti privilegios del bacheletismo, sin embargo, perdía su sustento.
Así comenzaba el caso Caval. Desde La Moneda, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, aseguró que estos eran “temas entre privados”.
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Sin embargo, sin que el gobierno pudiera levantarse tras el destape de Caval, apareció el caso SQM, que rápidamente llegó a las puertas de La Moneda.
“El día que se materializa el cambio de gabinete, él llega con los ojos hinchados y eso era comentario de todos, que él estaba somatizando lo emocionalmente mal que estaba con la decisión que había tomado la presidenta de quitarle toda su confianza”, comentó el periodista de CNN Chile, Iván Carvajal.
Uno de los principales herederos del bacheletismo dejaba el gobierno.
“El problema del caso Caval es que quebró la capacidad de gobernar de la presidenta”, dijo el ex director de la Secom, Carlos Correa.
El regreso de la derecha
El 11 de marzo de 2010 Chile cambió. Los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet quedaban atrás, pues la derecha regresaba al poder.
Sebastián Piñera asumía la presidencia de un país recién afectado por el terremoto y maremoto del 27F.
Parte importante del país vivía una situación crítica.
En su primer discurso, Sebastián Piñera hizo hincapié en las labores de reconstrucción que se hacían necesarias.
“Tendremos que secar nuestras lágrimas y poner manos a la obra, porque juntos sabremos una y mil veces volver a ponernos de pie”, dijo el mandatario en su primer gobierno.
La “nueva forma de gobernar” comenzaba. Las chaquetas rojas se tomaron La Moneda, cuyo gabinete era compuesto por personas ligadas al empresariado más que al mundo político.
Más tarde, en octubre, los 33 mineros atrapados en la mina San José fueron rescatados, y así, se consagraba el gobierno de Piñera.
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El año 2011, sin embargo, comenzó con ruido en las calles. Las movilizaciones estudiantiles se tomaban las avenidas principales del país, al mismo tiempo que la aprobación de Piñera bajaba hasta un 26%.
Así, miembros del mundo político ingresaron al gabinete. Matthei, Allamand, Longueira y Chadwick llegaron como refuerzos. La “nueva forma de gobernar” quedaba en entredicho.
El periodo de gobierno terminaba, y un viejo fantasma se le apareció a la derecha. Comenzaba la alternancia en el poder.
Michelle Bachelet 2
“Por motivos personales, volveré a mi país“, dijo en la ONU en 2013 la ex presidenta Michelle Bachelet.
Nacía la Nueva Mayoría, y la derecha intentó hacer lo posible para no perder el poder.
Laurence Golborne y Andrés Allamand se disputarían el puesto en la carrera presidencial. Sin embargo, en abril de 2013 Golborne bajó su candidatura.
“Son los efectos de los misiles que impactaron la candidatura del ex abanderado de la UDI. El fallo en contra de Cencosud por los cobros abusivos y su compañía en islas vírgenes no incluían declaración de patrimonio”, reportaba CNN Chile en ese entonces.
En ese momento, la derecha entró en una carrera contra el tiempo.
Pablo Longueira se presentaba como la carta segura para el triunfo. “Asumo esta candidatura porque amo Chile”, dijo en aquel entonces.
Allamand ya llevaba seis meses de campaña; Longueira tendría 30 días. Las primarias en la derecha eran inminentes.
Con todo, Longueira se quedó con el puesto. Al menos por dos semanas, hasta que bajó su candidatura, como lo informó su hijo en julio de 2013.
Evelyn Matthei salió al paso, pero la carrera ya estaba perdida. Michelle Bachelet fue elegida con 62% de los votos.
Nuevos actores políticos
El cambio en el sistema binominal y el financiamiento público para los partidos abrió la puerta a nuevos actores en el espectro político, como fue el Frente Amplio.
La irrupción del movimiento y la participación en las elecciones de Beatriz Sánchez fueron clave: el Frente Amplio lograba instalar 20 diputados y 1 senador.
Por su parte, Evópoli tomó otras aristas de la derecha, con una apertura a temas contingentes. Asimismo, José Antonio Kast, representando una derecha más conservadora, también formó parte de las elecciones, con cerca de medio millón de votos.
Con todo, Sebastián Piñera llegó al poder. Bachelet, por su parte, asumió el cargo de Alta Comisionada de Derechos Humanos en la ONU.
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