Columna de Cristián Bellei | Tomando el toro por las astas: enfrentar la crisis de convivencia en educación

Por Cristián Bellei

24.06.2025 / 04:06

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¿Por qué se produjo esta crisis de convivencia en la educación? Bueno, se ha instalado en el país y ha permeado al colegio. Las causas son muchas, pero una de ellas es que olvidamos cómo compartir y colaborar con quienes son diferentes.


En el país reina una sensación de insatisfacción e inquietud con la educación. Se ha producido una crisis de convivencia que amenaza con dejarnos en un pantano sin poder avanzar hacia la educación del siglo 21 que nuestros estudiantes necesitan con urgencia.

Los conflictos en las comunidades escolares se han hecho pan de cada día, las situaciones de agresividad comienzan a naturalizarse, y las denuncias de violencia física entre alumnos, pero también hacia los profesores por parte de estudiantes y apoderados han crecido de forma alarmante. Así, el clima laboral se ha enrarecido, el trabajo en equipo se ha hecho muy difícil y el ausentismo laboral se ha convertido en el principal problema cotidiano de los directivos y preocupación de las familias: “¿otra vez no fue el profesor?, ¿otra vez toda la mañana viendo videos?”. Las crisis emocionales de estudiantes y profesores son la punta del iceberg de un malestar que ensombrece nuestras salas de clases. El temor a la violencia, pero también el temor a pararse adelante y exponer una idea, el temor a cruzar el patio y conversar con ese diferente-desconocido, el temor a fracasar y no poder salir adelante, el temor a que se burlen de uno… Viviendo en el temor, nadie enseña y nadie aprende.

¿Por qué se produjo esta crisis de convivencia en la educación? Bueno, se ha instalado en el país y ha permeado al colegio. Las causas son muchas, pero una de ellas es que olvidamos cómo compartir y colaborar con quienes son diferentes. Nos aislamos en la burbuja complaciente del celular y las redes sociales, creyendo que los reels son los afectos y los likes, las emociones. Muchos adolescentes viven encerrados en sus piezas, mientras sus familias se refugian en sus casas. Ya ni hacemos el esfuerzo de conocer al vecino, menos de respetarle.

Pero en el mundo real del jardín, la escuela y el liceo, las cosas cambiaron mucho y la diversidad se instaló en las salas y los patios como nunca la habíamos conocido. Sólo en los últimos 10 años el abandono escolar de estudiantes de pueblos originarios disminuyó a la mitad y la matrícula de estudiantes extranjeros se multiplicó 8 veces. Durante estos mismos 10 años los estudiantes con discapacidad aumentaron a más del doble, convirtiendo a Chile en el país de América Latina con mayor inclusión educativa de niños con discapacidad. En el mismo período, los estudiantes con necesidades educativas especiales transitorias aumentaron en un 52%. Actualmente, 1 de cada 8 estudiantes está reconocido con alguna necesidad educativa especial. Así, si se considera también alumnos con desventaja socioeconómica, 4 de cada 5 estudiantes de colegios públicos y 3 de cada 5 estudiantes de colegios particulares subvencionados pertenecen a alguna categoría “de diversidad”. Nunca fue más cierto: en el colegio, todos somos diferentes.

Aprender a convivir con los demás es uno de los pilares de la educación. El nuestro está quebrado. Carolina Tohá lo sabe y por eso ha decidido poner en el centro de sus prioridades que niños y jóvenes estudien en espacios seguros para el aprendizaje y la convivencia. Se ha comprometido a implementar una estrategia nacional de salud mental en establecimientos educacionales, dirigida a alumnos, docentes y asistentes de la educación. Renovar y ampliar los programas de convivencia escolar que han mostrado ser efectivos en sanar y fortalecer las comunidades, prevenir la violencia y resolver los conflictos, integrando equipos profesionales especializados y entregando herramientas a los directivos para gestionar el bienestar de la comunidad educativa. Restructurar y fortalecer el programa de integración escolar, para que todos los niños y niñas que lo requieran tengan atención especializada, con menos papeleo y más acompañamiento.

Como ministra del Interior ella aprendió a combatir la violencia y entiende que los colegios deben ser espacios seguros para la infancia y juventud. Por ello, se creará espacios protegidos para que un millón de niños, niñas y adolescentes participen en programas de deporte, cultura y apoyo social en sus barrios, después del horario escolar. También se renovará la infraestructura de 5.000 escuelas públicas para estudiar con dignidad y se creará 1.000 nuevos jardines para comenzar a aprender desde la primera infancia. Además, se apoyará y fortalecerá a las y los profesores, para que vuelvan a ser respetados en la sociedad y en la escuela, instruyendo protocolos estrictos para prevenir y sancionar cualquier forma de agresión que sufran. Todos los docentes recibirán formación en el trato y la enseñanza para estudiantes TEA, además de capacitación en metodologías de enseñanza activa e Inteligencia Artificial, para desarrollar las habilidades necesarias para vivir y convivir en el siglo 21.

Educación de calidad en espacios seguros y amables, para aprender a convivir y volver a soñar.

Cristián Bellei

Coordinador del Programa de Educación de Carolina Tohá