El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó que el tomará acción prontamente tanto para mejorar la seguridad en la frontera como para mantener a las familias unidas.
“Estaré firmando algo en poco tiempo más que va a hacer eso”, dijo el mandatario. Sin embargo, todavía no hay claridad sobre qué firmará o qué podría decir el decreto.
Con ello, dijo que cancelará el picnic del congreso programado para el jueves porque no sentía adecuado mantenerlo como estaba planeado.
Ayudantes de la Casa Blanca han rechazado comentar los rumores sobre una orden ejecutiva previo a las declaraciones de Trump a los reporteros, y los republicanos parecieran no tener conocimiento de una acción ejecutiva.
Trump y la Casa Blanca han estado, en su lugar, presionando a los legisladores republicanos para aprobar la iniciativa que tiene que ver con la reforma migratoria.
La decisión -si se retira de la postura actual en la que la administración está simplemente siguiendo la ley actual y necesita acción del Congreso para detener las separaciones- significaría un tremendo vuelco del presidente.
Firmar una orden ejecutiva para revertir la práctica de su propia administración podría ser también innecesario considerando que casi todos en Washington, al margen del presidente, están de acuerdo en que él ya tiene el poder para terminar con la separación cuando él lo quiera.
La medida podría ofrecer, también, protecciones para otro grupo vulnerable: quienes están bajo el DACA, la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia.
Pero las posibilidades de que la ley pase son inciertas, como lo es en el caso de cualquier ley que tenga que ver con la volátil temática de la inmigración. El hecho que incluye cambios fundamentales al sistema legal de inmigración quiere decir que las chances de que el Senado son todavía más inciertas.
Una potencial orden ejecutiva podría salir como una opción de retorno para la administración si quiere aliviar la crisis.
Reporte por Sarah Westwood and Stephen Collinson, de CNN
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