“Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación“.
Con esas palabras Juan Guaidó se autodeclaró presidente interino de Venezuela durante este miércoles. Quien hasta hoy era presidente de la Asamblea Nacional, cuenta con el apoyo de gobiernos como Estados Unidos, Colombia, Paraguay y Chile, y otras naciones del Grupo de Lima, quienes lo reconocieron como el nuevo líder del país venezolano y como cabeza de un proceso de transición en el país que termine con el gobierno de Maduro.
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¿Pero quién es el líder opositor al chavismo que hasta hace tan solo unas semanas era un perfecto desconocido para la comunidad internacional?
Para quienes no siguen el día a día del bloque opositor al gobierno de Maduro, Guaidó, de 35 años, era un nombre que no decía mucho, pero en tan solo unas horas pasó a protagonizar una de las noticias más importantes de lo que va del 2019. El hoy presidente encargado de Venezuela fue uno de los principales promotores de las movilizaciones que recorren las calles de Caracas para desafiar el mandato de Maduro, quien el 10 de enero asumió su segundo mandato.
Juan Gerardo Guaidó Márquez, diputado nacional del partido Voluntad Popular por el estado Vargas, es un joven político que sigue los pasos de Leopoldo López, el líder del opositor partido Voluntad Popular quien se encuentra en arresto domiciliario desde 2017 luego de tres años en la cárcel de Ramo Verde y a quien en declaraciones previas al comienzo de las movilizaciones llamó “hermano”.
Justamente, una de sus principales voluntades es la de aunar al rompecabezas que es la oposición venezolana bajo el concepto de “unidad”, tal como lo hizo el propio López en su momento con la desparecida Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para así comenzar un proceso de transición post Maduro.
Y si Guaidó, quien llegó a la presidencia de la Asamblea Nacional el pasado 5 de enero, no era muy conocido a nivel internacional es por que él tenía la mirada en otra parte y sus acciones eran más visibles en pequeñas comunidades y locaciones del interior de Venezuela: su misión fue arengar a miles de personas en asambleas vecinales, llamadas cabildos abiertos, para convocarlas a las masivas movilizaciones y reavivar el fuego de las protestas del 2017 y que dejaron cerca de 150 muertos al final de varias jornadas.
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En eso se encontraba cuando Maduro tomó posesión hace 13 días, por lo que el ahora mandatario interino dijo estar dispuesto a tomar las riendas del cambio, ya que vio con peligro este nuevo mandato que creen se prolongaría hasta 2025. Sin embargo, solo tres días después fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) mientras se dirigía a un acto de la oposición. Y aunque fue puesto en libertad tras una hora de ser detenido, se disparó su proyección política que hoy lo tiene como el líder interino Venezuela.
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