Vaticano publica testamento espiritual del Papa Francisco: Sumo pontífice pidió sepultura sencilla como muestra de humildad

Por Juan Andrés Galaz Pinto

21.04.2025 / 15:03

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El Vaticano divulgó su testamento espiritual, en el que expresa su deseo de ser sepultado de forma sencilla en la Basílica de Santa María la Mayor, y ofrece sus últimos sufrimientos “por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos”.


La Iglesia Católica está de luto tras confirmarse este lunes el fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años de edad. El Sumo Pontífice, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, murió en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, donde vivió durante la mayor parte de su pontificado.

Tras conocerse la noticia, el Vaticano ha hecho público el testamento espiritual del Papa, redactado el 29 de junio de 2022, en el que deja expresas sus últimas voluntades sobre su sepultura y comparte un mensaje de profunda fe y humildad.

“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena, y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria solo en cuanto al lugar de mi sepultura”, comienza el texto, firmado por el propio pontífice bajo el lema episcopal que marcó su vida: Miserando atque eligendo.

En el documento, el Papa Francisco reitera su inquebrantable devoción a la Virgen María, a quien encomendó su vida y su ministerio sacerdotal. Por ello, pidió que sus restos descansen en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, en Roma, un lugar muy especial para él y al que acudía a orar al inicio y final de cada Viaje Apostólico.

“Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano”, escribió, solicitando que su tumba sea preparada en el nicho de la nave lateral, entre la Capilla Paulina (Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza. Además, pidió que su sepulcro sea en la tierra, sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción:”Franciscus“.

Los gastos del entierro, según detalla el documento, serán cubiertos por una suma aportada por un benefactor previamente dispuesto, bajo la administración del Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano.

El Papa concluyó su testamento con un gesto de gratitud y entrega: “Que el Señor dé una merecida recompensa a quienes me han amado y seguirán rezando por mí. El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos”.

Con su partida, el mundo despide a una de las figuras más influyentes del siglo XXI, recordado por su sencillez, su cercanía al pueblo y su incansable llamado a la fraternidad y la justicia social.