(CNN En Español) – “Muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias. Fundados en el rechazo y el odio hacia las víctimas, quienes perpetraron semejantes acciones quebrantaron la paz pública y abrieron las puertas a enormes disputas sociales. Pueblos enteros sucumbieron detrás de estos profetas del odio”, dijo el presidente de Argentina, Alberto Fernández, al comienzo de su participación en la Asamblea General de la ONU.
El mandatario agradeció a continuación la solidaridad que recibió del mundo entero por el ataque contra la vicepresidenta Cristina Fernández.
El atentado “no solo afectó la tranquilidad pública, también busco alterar la virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida”. Fernández dijo que, desde la vuelta a la democracia en 1983 tras la última dictadura militar, el país inició un largo ciclo histórico con base en un acuerdo de “nunca más al terrorismo de Estado y la violencia política”.
“La violencia fascista, que se disfraza de republicanismo, no conseguirá cambiar ese amplio consenso”, afirmó el mandatario, advirtiendo no obstante cómo los discursos extremistas y violentos lograron encontrar “tierra fértil” para “sembrar el sentimiento antipolítico”.
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Quienes buscan debilitar las democracias tienen “intereses específicos”, afirmó, y planteó que la Asamblea General tiene la misión de “ver a tiempo las señales de alerta” y que es necesario un rechazo global a los que promueven la división.
“La pandemia transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial”, dijo luego Fernández, mencionando estadísticas sobre la acumulación de riqueza, e hizo referencia también a las dificultades que atraviesan los países endeudados, entre los que se encuentra Argentina.
El mandatario también habló sobre la inseguridad alimentaria. “No podemos transitar este tiempo con hambrunas”, dijo, hablando asimismo sobre los impactos de la inflación.
“Argentina cumplirá su rol como productos y exportador confiable de alimentos”, agregó.
El mandatario también volvió a reivindicar la soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas y pidió la cooperación en la investigación del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994.
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