AFP/Getty Images

(CNN) – La trágica y misteriosa desaparición de la innovadora aviadora Amelia Earhart mientras volaba sobre el Océano Pacífico ha cautivado al mundo durante casi 87 años, estimulando innumerables investigaciones y expediciones en busca de respuestas sobre lo que le sucedió a la querida piloto.

El último grupo que se unió a la búsqueda, un equipo de arqueólogos submarinos y expertos en robótica marina de Deep Sea Vision -una empresa de exploración oceánica con sede en Charleston, Carolina del Sur- dice que puede haber encontrado una pista que podría cerrar en cierta medida la historia de Earhart.

Utilizando imágenes de sonar, una herramienta para mapear el fondo del océano que usa ondas sonoras para medir la distancia desde el fondo marino a la superficie, el grupo ha detectado una anomalía en el Océano Pacífico, a más de 4.877 metros bajo el agua, que se asemeja un avión pequeño.

Deep Sea Vision/PR Newswire

El equipo cree que dicha anomalía podría ser un Lockheed 10-E Electra, el avión de 10 pasajeros que pilotaba Earhart cuando desapareció mientras intentaba volar alrededor del mundo.

Deep Sea Vision anunció el hallazgo a través de una publicación de Instagram el pasado 27 de enero.

“Algunas personas lo llaman uno de los mayores misterios de todos los tiempos, pero yo creo que en realidad es el mayor misterio de todos los tiempos”, dijo el director ejecutivo de la compañía, Tony Romeo, piloto y exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

“Tenemos la oportunidad de cerrar una de las mejores historias estadounidenses de la historia”, añadió.

Resolviendo un misterio submarino

Según Romeo, las imágenes fueron tomadas aproximadamente a 161 kilómetros de distancia de la isla Howland, el lugar más próximo al que se esperaba que aterrizaran Amelia Earhart y el navegante Fred Noonan después de su último despegue desde Lae, en Papúa Nueva Guinea. La pareja fue declarada perdida en el mar después de una extensa búsqueda de 16 días realizada por el gobierno estadounidense.

Deep Sea Vision escaneó más de 13.468 kilómetros cuadrados del fondo del océano utilizando un vehículo submarino autónomo (AUV) avanzado conocido como Hugin 6000, que mapea el fondo marino utilizando tecnología de sonar. La expedición de la compañía comenzó a principios de septiembre de 2023 y finalizó en diciembre, dijo Romeo a CNN.

El piloto espera regresar al lugar dentro de un año para obtener más confirmación de que la anomalía es un avión, lo que probablemente implicaría el uso de un ROV (vehículo operado a distancia) con una cámara que permitiría investigar el objeto desde más cerca. El equipo también estudiará la posibilidad de sacar su hallazgo a la superficie.

Por su parte, el arqueólogo submarino del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, Andrew Pietruszka, planteó que si bien es posible que se trate de un avión “y tal vez incluso del avión de Amelia, es demasiado prematuro decirlo definitivamente. También podría ser ruido en los datos del sonar, algo geológico o de algún otro plano”.

El también arqueólogo principal del Proyecto Recover, organización dedicada a encontrar soldados y aviones MIA de la Segunda Guerra Mundial, señaló que “si estuviera buscando el avión de Amelia y tuviera este objetivo en el conjunto de datos, querría interrogarlo más a fondo”.

Más teorías sobre la desaparición de Earhart

Un documental de History Channel de 2017 postuló la teoría de que Earhart y Noonan se habían estrellado en las Islas Marshall, a unos 1.609 kilómetros de la isla Howland, donde fueron capturados y llevados a la isla Saipan. En ese lugar habrían sido tomados como rehenes y finalmente fallecieron.

La teoría se basaba en una foto de los Archivos Nacionales de Estados Unidos en la que aparecían varias figuras borrosas. Los investigadores afirmaban que la piloto y su avión aparecían en la imagen.

El Grupo Internacional para la Recuperación de Aeronaves Históricas (TIGHAR, por sus siglas en inglés) teorizó en 2016 que Earhart y Noonan sobrevivieron a un aterrizaje forzoso en un arrecife del océano Pacífico, pero murieron como náufragos al no poder pedir ayuda por radio.

El TIGHAR afirmó que el esqueleto de un náufrago encontrado en la isla de Nikumaroro, Kiribati, en 1940 había coincidido con “la altura y el origen étnico de Earhart”.

De todas maneras, la teoría más extendida es la sostenida por el gobierno estadounidense y el Instituto Smithsonian, que señala que Earhart y Noonan se estrellaron en el océano Pacífico, cerca de la isla de Howland, cuando el avión se quedó sin combustible.

Según Dorothy Cochrane, conservadora de aviación general del Departamento de Aeronáutica del Museo Nacional del Aire y del Espacio del Smithsonian, la nueva imagen de sonar de la aeronave desaparecida reviste especial interés por la proximidad de la anomalía a la isla de Howland.

En las últimas comunicaciones de Earhart, sus transmisiones de radio se hicieron progresivamente más fuertes a medida que se acercaba a la isla Howland, lo que indicaba que se estaba acercando a la isla antes de desaparecer, dijo.

Sin embargo, el objeto con forma de avión descubierto por Deep Sea Vision carece de ciertas características del Lockheed Electra de Earhart, como los motores gemelos, según David Jourdan, cofundador y presidente de Nauticos, una empresa de exploración de las profundidades oceánicas que ha llevado a cabo operaciones de búsqueda del avión perdido.

“Es imposible identificar cualquier cosa únicamente a partir de una imagen de sonar, ya que el sonido puede ser engañoso y el artefacto podría estar dañado de forma impredecible alterando su forma. Por esa razón, nunca se puede decir que algo es (o no es) solo a partir de una imagen de sonar”, dijo Jourdan.

Para confirmar que la anomalía encontrada es el avión de Earhart sería necesario volver al lugar para investigar más a fondo el avión y, más definitivamente, localizar la certificación “NR16020” que estaba impresa en la parte inferior del ala del Lockheed desaparecido, explicó.

El representante de Nauticos planteó que si el avión fuera descubierto a tal profundidad en el océano, donde las temperaturas son muy frías y con bajo contenido de oxígeno, podría estar muy bien conservado.

De acuerdo a Dorothy Cochrane, la piloto “era una especie de estrella del rock de la época, la Taylor Swift de la época. Todo el mundo la apoyaba, querían que diera la vuelta al mundo, y desaparece sin dejar rastro”.

“Es el misterio del siglo XX, y ahora en el siglo XXI”, concluyó.

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