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Derek Chauvin y su esposa Kellie estaban a pocos días de cumplir su décimo aniversario de bodas, pero el asesinato a George Floyd que conmocionó al mundo, también cambió la historia entre la pareja.
Kellie, originaria de Laos, le pidió el divorcio tres días después del brutal arresto y abuso policial. Además, está gestionando un cambio de nombre, pues quiere dejar de usar el apellido Chauvin.
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“Ella está buscando un cambio de nombre solo por esta disolución del matrimonio. No busca un cambio de nombre para defraudar y/o engañar a los acreedores o a cualquier otra persona, ni es una delincuente”, se lee en los documentos del tribunal, a los que accedió The Daily Mail.
El expediente, luego dice: “Es totalmente capaz de mantenerse a sí misma. No necesita mantención conyugal y renuncia a su derecho a recibir mantención conyugal temporal o permanente del demandado”.
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Su abogada Amanda Mason-Sekula reveló: “Está devastada por la muerte del señor Floyd, y su más sentido pésame está con su familia, con sus seres queridos y con todos los que sufren esta tragedia”.
Kellie Chauvin tiene 45 años, y llegó a Estados Unidos como refugiada de Laos cuando era una niña. En 2018 ganó el concurso Miss Minnesota, ocasión en la que se refirió a su esposo como “un hombre dulce”.
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