Independentistas exigen cancelar planes de EE.UU. para “remilitarizar” Puerto Rico en medio de tensión con Venezuela

Por CNN Chile

05.09.2025 / 16:03

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La delegación del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) presentó una resolución para que la Legislatura solicite al presidente Donald Trump la cancelación de cualquier plan de "remilitarización" en la isla.


(EFE).- El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) exigió este viernes la cancelación “inmediata” de cualquier plan de Estados Unidos para “remilitarizar” a Puerto Rico, en el marco de sus tensiones con Venezuela en el Caribe.

La delegación del PIP presentó una resolución para que la Legislatura de Puerto Rico haga esta solicitud al presidente Donald Trump y al Congreso estadounidense.

Las declaraciones del PIP coinciden con maniobras de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en el sur del archipiélago y con el anuncio de que Washington ordenó el despliegue de diez aviones de combate F-35 a una base aérea de Puerto Rico para luchar contra el narcotráfico en el Caribe.

“Luego de más de dos décadas desde que el pueblo de Puerto Rico se uniera exitosamente en repudio a los ejercicios y bombardeos militares en nuestro país, los eventos recientes demandan que la Asamblea Legislativa exija la cancelación de cualquier plan dirigido a remilitarizar al país en favor de intereses ajenos al nuestro”, expresó en un comunicado Adriana Gutiérrez, portavoz alterna del PIP en la Cámara de Representantes.

Por su parte, el senador del PIP Adrián González indicó que el hecho de que el Ejército estadounidense esté utilizando el territorio caribeño para realizar ejercicios militares “es el saldo de ser una colonia de Estados Unidos”.

El estatus político de Puerto Rico como Estado Libre Asociado a EE. UU., establecido en 1952, otorga al archipiélago cierto grado de autonomía y un Gobierno y Parlamento locales, pero deja bajo el control de Washington áreas como defensa, fronteras y relaciones diplomáticas.

“Es imperativo moral de todos los que habitamos aquí, rechazar cualquier intento de remilitarización de nuestro territorio. Guardar silencio o apoyarlo es dar la espalda a nuestros compatriotas y legitimar el sistema colonial que nos lleva oprimiendo por tantos años”, enfatizó González.

La resolución presentada por el PIP reclama asimismo el inicio de un proceso de descolonización para la isla y la limpieza de los terrenos contaminados por los ejercicios de guerra desarrollados por EE. UU. en décadas pasadas.

La presencia de estas 10 aeronaves en Puerto Rico, representa un nuevo paso de EE.UU. en su guerra contra los carteles después del “ataque letal” a una lancha en aguas del mar Caribe en el que murieron, según Washington, once miembros de la organización criminal transnacional Tren de Aragua.

La Administración de Donald Trump asocia al Tren de Aragua con el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro.

En cuanto a las maniobras militares en Puerto Rico, estas incluyen desembarcos anfibios, reconocimiento y técnicas de supervivencia, aprovechando el terreno y clima únicos de la isla, según las autoridades estadounidenses.

Ante la controversia que suscita esta posible militarización de la isla, la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR) pidió el pasado martes a la ciudadanía “calma y evitar la especulación”.

Por su parte, la gobernadora Jenniffer Gonnzález dijo hace una semana que no existe ninguna declaración oficial por parte de EE. UU. para reactivar alguna base militar o para retomar las prácticas militares en las islas de Vieques y Culebra, ubicadas en el este del archipiélago.

Sus declaraciones llegaron después de que el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Arturo Garffer, no descartara la posibilidad de una reactivación militar en la antigua base Roosevelt Roads y en Vieques ante el aumento de la tensión en el Caribe.

La Marina de Estados Unidos utilizó Vieques y parte de Culebra como campo de tiro hasta mayo de 2003 y, a pesar de la retirada de la Marina, la limpieza de los restos de munición sin detonar en ambas islas aún no ha finalizado.

EE.UU. ha desplegado ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear en áreas del mar Caribe cercanas a las costas de Venezuela para supuestamente combatir el tráfico de drogas.