La intervención de Ana Corina Sosa Machado reafirmó el compromiso de su madre con la recuperación democrática de Venezuela. Desde el Nobel, destacó el sacrificio de las familias separadas y recordó que el anhelo de libertad sigue sosteniendo a millones dentro y fuera del país.
La ceremonia del Premio Nobel de la Paz en Oslo estuvo marcada por un emotivo mensaje que trascendió el protocolo diplomático.
Ana Corina Sosa Machado, hija de María Corina Machado, tomó la palabra en representación de su madre y entregó uno de los discursos más cargados de significado político y humano de la jornada.
Frente a autoridades, académicos y representantes internacionales, Sosa agradeció el reconocimiento otorgado al movimiento democrático venezolano, pero centró su intervención en un anuncio que despertó aplausos: Después de 16 meses separadas, aseguró que en cuestión de horas podrá reencontrarse con su madre en la capital noruega.
“Mi madre nunca rompe una promesa”, dijo, subrayando que su retorno a Venezuela “será muy pronto” y que su lucha por la libertad “no conoce descanso”. “Ella desea vivir en una Venezuela libre y jamás renunciará a ese propósito”, añadió.
En su intervención, la hija de la líder opositora venezolana no solo leyó el discurso preparado por Machado, sino que también contextualizó la dimensión humana del premio, al recordar a los hijos y familias separadas por la crisis política y la represión.
Entre pasajes históricos, denuncias directas contra el régimen de Nicolás Maduro y reflexiones sobre la resistencia cívica, la hija de la líder opositora subrayó que lo que impulsa a su madre es “el derecho a volver a abrazarse”.
Sosa Machado cerró su mensaje destacando que el reconocimiento del Comité Noruego del Nobel no es un logro personal, sino “la confirmación de que el mundo ha escuchado el clamor de Venezuela”. Y pese a la ausencia física de Machado, la hija reafirmó que “el camino hacia la libertad está en marcha” y que el país “volverá a respirar”.
“Los periodistas que se negaron a callar, los artistas que amplificaron nuestra voz, mi equipo extraordinario, mis mentores, mis compañeros de lucha política y social, así como los líderes de distintos países que se sumaron a nuestra causa y la defendieron. Mis tres hijos, mi querido padre, mi madre, mis tres hermanas y mi esposo, valiente y afectuoso, quienes han sido un sostén constante en mi vida. Y, por encima de todo, los millones de venezolanos anónimos que arriesgaron sus hogares, a sus familias y hasta sus propias vidas movidos únicamente por amor. A ellos les pertenece este honor”, leyó Sosa Machado en nombre de su madre.