El hecho ocurrió en las afueras de la sede central del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, donde un hombre armado disparó contra varias instalaciones antes de ser hallado sin vida.
La tarde del viernes, empleados del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos estaban terminando su jornada laboral cuando balas atravesaron las ventanas de sus oficinas, pasando a centímetros de las paredes de sus cubículos.
Frente al campus del CDC, un hombre armado —posiblemente motivado por un rechazo a las vacunas— abrió fuego contra las instalaciones de la agencia, generando pánico en un barrio acomodado de Atlanta y en el campus abierto de la Universidad Emory, ubicado junto al complejo.
“Tirador activo en el campus de Emory Atlanta, en el CVS de Emory Point. CORRER, ESCONDERSE, LUCHAR. Evite el área. Permanezca bajo resguardo. La policía está en el lugar”, alertó la universidad en un comunicado.
Un policía muerto y varios edificios atacados
El oficial David Rose, del Departamento de Policía del condado de DeKalb, murió en el ataque. Estaba casado, tenía dos hijos y esperaba un tercero. El próximo mes habría cumplido un año en el cargo.
El tiroteo comenzó poco antes de las 17:00 horas en la farmacia CVS de Emory Point, ubicada frente a la entrada principal del CDC.
En ese momento, residentes, estudiantes y padres que recogían a sus hijos de jardines infantiles quedaron atrapados en un bloqueo de seguridad que se prolongó durante horas.
Las sirenas policiales resonaban por la zona mientras los oficiales respondían. El atacante —aún no identificado— fue hallado muerto en el segundo piso de la farmacia, con heridas de bala. La policía no ha confirmado si fue abatido por los agentes o si se disparó a sí mismo.
“Un milagro que nadie muriera aquí”
Dentro de las oficinas del CDC, empleados señalaron que la tragedia pudo ser mucho mayor.
Fotos obtenidas por CNN muestran orificios de bala en ventanas y vidrios rotos en el suelo, con proyectiles que pasaron justo por encima de una fila de cubículos.
“Es un milagro que nadie haya muerto aquí”, dijo un trabajador del CDC.
Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente un motivo, fuentes señalaron a CNN que el tirador podría haber culpado al CDC por problemas de salud que atribuyó a la vacuna contra el Covid-19.
Hipótesis sobre el motivo
Según un funcionario policial, tras entrevistar a familiares del sospechoso, se cree que él estaba enfermo —o pensaba estarlo— y culpaba de ello a la vacuna.
El alcalde de Atlanta, Andre Dickens, indicó que el hombre “es una persona conocida que podría tener interés en ciertas cosas que no puedo confirmar hasta que la investigación concluya”.
La directora del CDC, Susan Monarez, informó en X que el atacante disparó contra al menos cuatro edificios de la agencia.
En un correo interno, comunicó que el personal trabajará de forma remota el lunes, mientras se realiza una evaluación de seguridad. Además, se ofreció apoyo psicológico a los empleados.
Fuentes policiales detallaron que el tirador llevaba lo que parecía ser una mascarilla quirúrgica y estaba armado con dos pistolas, un rifle, una escopeta y dos mochilas llenas de municiones.
Cómo ocurrió el ataque al oficial
El atacante estaba disparando contra el complejo de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) cuando un oficial llegó al lugar. El tirador desvió entonces su objetivo hacia el policía, según informó una fuente policial a Ryan Young, de CNN.
El oficial, identificado como Rose, de 33 años, fue herido de bala y posteriormente falleció en el Hospital Universitario Emory.
Hayes Parsa, de 17 años, presenció cómo Rose luchaba por su vida. Contó que estaba saliendo del hospital y esperando un bus cuando recibió en su teléfono una alerta de emergencia que decía: “Corre, escóndete, pelea”.
“No sabía exactamente qué estaba pasando”, relató a la filial de CNN WSB. “Un auto policial se detuvo en la entrada de urgencias, y supuse que habían baleado a un policía”.
Parsa dijo que fue “horrible” verlo: “Le estaban haciendo reanimación cardiopulmonar y lo llevaron adentro”. Corrió de vuelta al hospital y vio cómo el personal le practicaba compresiones torácicas. “Recé por él de inmediato”, afirmó.
“Estaba comprometido con servir a la comunidad”, dijo el jefe de policía interino Greg Padrick. “Pedimos a la comunidad que rece por su familia, amigos, seres queridos y por toda la familia del Departamento de Policía del Condado de DeKalb”.
El director del FBI, Kash Patel, lo calificó de héroe que “hizo el máximo sacrificio”. En un mensaje en X (antes Twitter) pidió: “Recen por la familia, amigos y colegas de este héroe que actuó rápido para defender a otros y dio su vida por ello”.
Tensión en todo el campus de Emory
El caos afectó a muchas personas, entre ellas Randy Gold, quien salía en un ascensor del hospital con su padre —recién dado de alta y en silla de ruedas— cuando se encontraron con médicos, enfermeras y personal corriendo hacia ellos y gritando que había un “tirador activo”.
En ese momento, dijo Gold a CNN, nadie sabía dónde ocurría el tiroteo, pero todos entraron en modo de resguardo. Él y otras cinco o seis personas se refugiaron en la sala de radiología, con la única información que veían en CNN mientras el hecho se desarrollaba.
En el resto del campus, otros intentaban entender qué estaba ocurriendo. Casey Cooksey, del departamento de informática de la universidad, relató que escuchó “muchos disparos” y describió la escena como “miedo total para todos”.
“No sabíamos de dónde venían, pero sonaban muy cerca. Pensamos que podría ser en nuestro edificio”, dijo. “Fue una ráfaga tras otra. Pasó un minuto antes de oír sirenas. Solo se escuchaban disparos muy fuertes”.
En las calles cercanas al CVS de Emory Point —donde estaba el tirador—, todo parecía “un pueblo fantasma” y la policía impedía que los autos se acercaran, contó Kristin Coles.
Preocupada por su hijo de un año y medio que estaba en una guardería frente al CVS, Coles manejó lo más cerca que pudo antes de que la detuvieran y caminó más de un kilómetro para acercarse. Dijo que su esposa fue a recoger al niño, pero que por el confinamiento quedaron separados en distintas salas.
“Solo quiero llegar a ellos lo antes posible”, señaló, asegurando que nunca había vivido algo así. “Esto demuestra cuánto falta por hacer para mantener a los niños seguros. Es ridículo”.
En el campus de los CDC también había 92 niños en una guardería, y todos estaban a salvo, confirmó el alcalde de Atlanta, Andre Dickens.
Amenaza para el personal de los CDC
Este episodio violento en la principal agencia federal de salud añade un capítulo inquietante a un período ya complicado para el organismo y sus trabajadores.
“El personal de los CDC lo ha pasado muy mal en el último año”, dijo el alcalde Dickens. “Nuestro corazón está con ustedes. Estamos de su lado y haciendo todo lo posible para resolver la situación”.
Mencionó la “incertidumbre” que vive el personal tras los recortes masivos de empleo en agencias federales de salud. Desde enero, la institución ha perdido casi una cuarta parte de su plantilla.
El presupuesto propuesto por la administración Trump para el año fiscal 2026 recortaría más de la mitad de los fondos de la agencia. Bajo la reorganización planteada, el CDC perdería programas adicionales: algunos se transferirían a la nueva Administración por una América Saludable, mientras que otros —como el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud— serían eliminados por completo.