El día en que el papa Francisco pidió perdón tras defender al obispo Barros, acusado de encubrir a Fernando Karadima

Por Valentina Sánchez Cárdenas

21.04.2025 / 09:06

Tras su visita a Chile en 2018, el pontífice afirmó que las acusaciones contra Barros, sindicado como encubridor de Fernando Karadima, eran “calumnias” y que no había pruebas sobre ello. Luego de ello, se vio obligado a pedir disculpas.


Este lunes falleció el papa Francisco a los 88 años.

Tras ello, resurgen sus dichos sobre los abusos sexuales en la Iglesia Católica, escándalos que marcaron los pontificados de Francisco, así como también los de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Cuando el pontífice visitó Chile, en enero de 2018, emitió una polémica declaración en relación con los abusos perpetrados por clérigos. En particular, marcó su estadía sus dichos en relación con el obispo de Osorno, Juan Barros, quien era acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el entonces influyente sacerdote Fernando Karadima contra menores de edad.

En esa oportunidad, Francisco dijo que las acusaciones contra Barros eran calumnias, y pidió “pruebas” para creer. “El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a ver. No hay una sola prueba contra el obispo Barros, todo es calumnia”, afirmó.

Tras ello, el mismo obispo le agradeció sus palabras, quien expresó “palabras de gratitud. Me significa apoyo”.

“Si hay alguien que tenga una prueba, que la presente ante el Santo Padre, si no, aquí estamos ante una calumnia”, acotó.

Imagen de archivo de Fernando Karadima/Agencia Uno

Imagen de archivo de Fernando Karadima/Agencia Uno

De todos modos, una vez que ya se había ido de Chile, el papa Francisco se vio obligado a pedir disculpas por sus polémicos dichos. Y es que incluso las víctimas de Karadima —quien en 2011 fue hallado culpable de abusos tras una investigación del Vaticano— alzaron la voz.

Uno de ellos, Juan Carlos Cruz, escribió en esa oportunidad: “Como si uno hubiese podido sacarse una selfie o foto mientras Karadima me abusaba a mí u otros con Juan Barros parado al lado viéndolo todo. Estas personas desde arriba están locos y la Iglesia habla de reparación a las víctimas. Seguimos igual y su perdón sigue siendo vacío”.

Así, mientras regresaba a Roma, durante su vuelo, el papa manifestó que el caso del obispo Barros, “es un caso que lo hice estudiar, investigar, trabajar mucho y no hay evidencia de culpabilidad, más bien parece que no se van a encontrar”.

Dijo que “con base en ese no haber evidencia, que yo espero alguna evidencia para cambiar de postura (…) si no aplico el principio jurídico: ninguno es malo a no ser que se pruebe. Y ahí está la palabra prueba, que yo creo que me jugó una mala pasada”.

Pero de todos modos pidió disculpas: “Y debo pedir disculpas, porque la palabra prueba ha herido a muchos abusados; yo tengo que buscar la evidencia. Y pido disculpas, es una herida que provoqué sin quererlo. Y a mí me hace doler mucho, porque en Chile recibí dos (víctimas de abusos)”.

Posteriormente, Francisco envió a Chile al obispo Charles Scicluna, quien arribó a territorio nacional para realizar un informe sobre los abusos sexuales en Chile. El escrito, de todos modos, fue de carácter secreto.