En este momento, el nombre que resuena en Chile no es el de Nicolás Maduro, sino el de Diosdado Cabello, debido al Caso Ojeda. El ministro del Interior es una figura clave del régimen, pero no siempre fue así. Conoce su perfil político, desde la era de Chávez hasta la actualidad.
En Chile cada vez es más conocido el nombre de Diosdado Cabello, se tiene que noción que es uno de los hombres duros del Régimen de Nicolás Maduro, y cada cierto tiempo aprovecha una oportunidad para criticar al Presidente Gabriel Boric.
El ministro del Interior de Venezuela está a cargo del orden público e inteligencia, siendo responsable de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Además, cuenta con un espacio para difundir sus mensajes, con un programa que emite desde el canal estatal desde 2014, Con el mazo dando, donde puede decir lo que se le dé la gana.
¿Pero siempre fue así de poderoso Cabello en la era de Maduro? La respuesta es no, fue un proceso paulatino donde pudo ganar protagonismo.
De estar en las sombras a convertirse en el número dos
No es un novato en política y ha sido un férreo defensor del chavismo. Su lealtad se remonta al intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, cuando, como soldado, permaneció fiel a Hugo Chávez. Ambos se conocieron en la Academia Militar, marcando el inicio de una relación de confianza que se mantuvo hasta el fallecimiento de Chávez.
Un ejemplo claro de esta lealtad ocurrió cuando, tras asumir la presidencia de manera interina, devolvió la banda presidencial a Chávez al regresar este al poder.
A lo largo de su carrera, ocupó diversos cargos clave. Fue ministro, gobernador y director general de Conatel.
En 2011, Chávez lo nombró presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Posteriormente, en 2013, pasó de teniente a capitán gracias a un ascenso otorgado por Maduro.
Sin embargo, su protagonismo político disminuyó con el tiempo. De hecho, la BBC destacó su regreso al Ejecutivo como secretario de Estado tras 14 años fuera del gabinete, recordando que previamente había ocupado la cartera de Obras Públicas y Vivienda.
Durante el mandato de Maduro, fue relegado a la Asamblea Nacional en un contexto en que la oposición comenzaba a ganar espacio en el Parlamento.
El segundo tiempo de Maduro tras las elecciones
Desde la perspectiva del politólogo Magdaleno, señaló en CNN en Español que en un principio la relación entre Diosdado Cabello y Nicolás Maduro no fue inmediata ni fluida.
“Ahora tiene responsabilidades más formales, pero ya era un hombre muy influyente, no solo como vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y miembro de lo que en algún momento se llamó el Alto Mando Cívico-Militar”, resaltó Magdaleno.
Por otro lado, un informe del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) sostuvo que Cabello ha liderado, durante años, acciones de confrontación y persecución contra defensores y defensoras de derechos humanos, lo que ha obligado a muchas organizaciones a disminuir su perfil público y tomar medidas de seguridad.
Cabello, por su parte, ha emitido reiteradas críticas hacia Provea y no se ha referido a las acusaciones de la organización.
El coordinador general de Provea, Oscar Murillo, mencionó a CNN que el reciente nombramiento de Cabello tras el cambio de gabinete refleja una “demostración de fragilidad del liderazgo de Nicolás Maduro“.
Según Murillo, el deterioro de Maduro tras los resultados electorales lo habría llevado a recurrir a Cabello como una figura de peso dentro del régimen.
“Es un cambio que responde más a una lógica de atrincheramiento en torno a la decisión de no ceder el poder. Es un repliegue táctico que se hace con figuras que generan absoluta confianza para el núcleo gobernante. No hay diversidad ni amplitud; el momento exige cerrar filas con caras conocidas que aseguren lealtad absoluta”, concluyó Murillo.