Carlo Acutis será canonizado tras el reconocimiento de dos milagros y una vida de fe extraordinaria vivida con normalidad adolescente: videojuegos, fútbol y programación puestos al servicio de la catequesis.
Este domingo 7 de septiembre de 2025, en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV presidirá la canonización de Carlo Acutis, un joven italiano que falleció en 2006 y se convertirá en el primer santo nacido en la era millennial.
Carlo Acutis (1991–2006) será canonizado en el Vaticano y pasará a la historia como el primer santo millennial de la Iglesia católica.
Murió a los 15 años por una leucemia fulminante y su causa avanzó tras el reconocimiento de dos milagros: la sanación de un niño brasileño y la recuperación de una estudiante costarricense con un grave traumatismo craneal.
“Era un niño normal, era una persona normal, pero le abrió la puerta de su corazón a Dios”, afirmó su madre, Antonia Salzano, a NBC News al describir por qué un adolescente “normal” terminó convertido en referente espiritual para jóvenes de todo el mundo.
Qué se sabe del joven y por qué llega a los altares
Nacido en Londres y criado en Milán, Acutis destacó temprano por su fe y por su habilidad con la computación: desde su casa, creó un sitio web que catalogó más de 100 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia.
Esa mezcla de fe y mundo digital le valió el apodo de “influencer de Dios”.
Tras su muerte en 2006, fue declarado venerable en 2018 y beato en 2020. Hoy sus restos reposan en Asís, ciudad de san Francisco, a la que pidió pertenecer espiritualmente.
Los dos milagros reconocidos
Brasil (2020): la Iglesia atribuyó a su intercesión la curación de un niño con un inusual trastorno pancreático, hecho que abrió la puerta a su beatificación.
Costa Rica (2024): la recuperación completa de Valeria Valverde tras un accidente de bicicleta se consideró el segundo milagro, cumpliendo la exigencia habitual para la canonización.
Según la Conferencia de Obispos de Estados Unidos, la canonización es el paso final del proceso de santidad y, por norma general, exige dos milagros verificados después de la muerte del candidato (uno para la beatificación y otro para la canonización).
Además de subrayar su vida de fe (misa diaria desde niño, catequesis y ayuda a personas en situación de calle), su madre ha insistido en que su santidad se vivió “a ras de suelo”.
En entrevista con CNN en mayo de 2024, la calificó como una “gran alegría” y definió a su hijo como un “símbolo de esperanza” para los jóvenes.
La canonización fue agendada para el Jubileo de los Jóvenes y, tras ajustes de calendario, se mantiene como uno de los hitos del año litúrgico.