Las nuevas formas del terrorismo sugieren que el enemigo puede estar en cualquier parte. Un día en un aeropuerto, el metro, en un café, una avenida llena de veraneantes, un concierto de música o en la meta de un maratón.
En estos 10 años hemos aprendido que hay Estados que a veces no son capaces de garantizar la seguridad de las personas, como tampoco contener los desplazamientos de enormes masas humanas que arrancan de los países en que nacieron. La consecuencia -en parte- ha sido el debilitamiento de las democracias, los avances de gobiernos ultra que promueven el cierre de fronteras y mayor autoritarismo en en países que gozan de bienestar económico. Todo ello en un ecosistema donde abunda la información falsa, la nueva amenaza en occidente.
Para este reportaje por los 10 años de CNN Chile, Pablo Cuéllar revisa el intrincado escenario global a lo largo de la última década.
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ISIS
Mediante imágenes como estas el grupo ISIS revolucionó la forma de hacer terrorismo. Extensa preparación militar, atentados y sobre todo videos sanguinarios y de alta calidad, al estilo Hollywood, que pusieron en vilo la democracia del planeta y llamaron la atención de los más poderosos.
La corresponsal de CNN Chile en Atlanta, Paz González, lo describe así: “La propaganda de ISIS fue sin igual, de hecho, muchos de sus videos fueron censurados aquí en Estados Unidos. Además, lograron reclutar a miles de jóvenes en todo el mundo”.
Bosto, París, Londres y Cataluña fueron algunos de los escenarios de implacables atentados terroristas. Localidades que sufrieron las consecuencias de la intervención de sus gobiernos en las guerras de Medio Oriente
Panorama en Siria
“La guerra en Siria fue y sigue siendo uno de los conflictos más dramáticos que le ha tocado enfrentar al mundo, que se inicia con estas protestas y despertar ciudadano contra la dictaduras”, dice el editor internacional de CNN Chile, Mario Arriagada.
Las protestas contra los regímenes autoritarios comenzaron en 2010 en Túnez, y luego se expandieron a Egipto, Libia, Yemen, Siria y otra decena de países árabes. Algunas manifestaciones espontáneas y otras coordinadas a través de redes sociales.
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Mientras Estados Unidos celebraba la muerte de Osama Bin Laden a comienzos 2011, Siria comenzaba a impactar con sus imágenes. Una guerra mundial a tamaño escala, donde se cuestionó si era democrática la intervención de las potencias, cómo lidiar con el dictador Bashar al-Assad, y qué hacer con los más de 5,5 millones de sirios que hasta hoy han abandonado el país.
Crisis migratoria
Pero la crisis migratoria de esta década no ha sido sólo desde Medio Oriente. Millones han escapado de África, Asia y América Latina, debido a la violencia, la persecución o la crisis de sus países. Muchos de ellos incluso han muerto en el intento.
La ola migratoria ha provocado duras reacciones en países desarrollados. En Grecia, Francia, Polonia o Hungría han surgido movimientos y partidos de ultraderecha, que ganaron adhesión tras la crisis económica de 2008 y que prometen barrer contra la inmigración.
Así lo hizo el presidente estadounidense Donald Trump durante su campaña, cuando prometió “construir un gran muro fronterizo para detener la inmigración ilegal, las pandillas y la violencia”.
El gobierno de Trump ha marcado la década. Con un discurso nacionalista ha puesto en discusión mundial su valor por la democracia, cambiando varios de los tratados firmados y también teniendo choques con la prensa, especialmente con CNN.
Alabado por bajar la tensión en la península coreana, ha sido criticado también por cambiar su embajada de Israel a Jerusalén. Declarar una guerra económica con China y Europa, e incluso ser acusado de haber recibido apoyo de la ciber inteligencia rusa para ganar las elecciones. Sus amenazas antiinmigrantes han estado presentes desde antes de comenzar su gobierno.
Democracias amenazadas
A pesar de todo, la caravana de migrantes ha partido desde México y Centroamérica rumbo a Estados Unidos. En la región también otros miles han escapado desde Venezuela, país que se convirtió en el gran tema de controversia en América Latina e incluso en el mundo.
Si ya con Hugo Chávez hubo varias críticas a la forma de gobernar en el país, con Nicolás Maduro los cuestionamientos aumentaron. Acusado de perseguir opositores, eliminar al Congreso, y exacerbar la polarización dentro del país.
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El caso de Venezuela, sumado a la crisis económicas y casos de corrupción, hicieron que la izquierda perdiera fuerza en Sudamérica, y varios líderes de derecha, e incluso de extrema derecha, tomaran posesión en la presidencia.
Diferente a lo que ha ocurrido con Vladímir Putin y Xi Jinping. El primero estará cerca de 25 años en el poder del Kremlin, cuestionado por acentuar su material nuclear y militar en Rusia. Mientras que el segundo ha puesto su nombre y legado en la Constitución china. Y muchos ven con ojos críticos su influencia y millonaria inversión en América Latina.
Pero más allá de los quiebres o amenazas para la democracia del mundo, también ha habido gestos que abren la esperanza para un cambio ideológico, político y humano.
Revisa el reportaje completo en el video.
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