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El consumo de combustibles fósiles -carbón, petróleo o gas- afecta directamente al medio ambiente, ya que su combustión libera una gran cantidad de contaminantes que contribuyen al aumento de gases de efecto invernadero. Motivo por que las empresas, se encuentran buscando diferentes fuentes de energía renovables para mitigar la contaminación climática y ser amigables con el ecosistema.

En esta materia, el director ejecutivo de CSIRO Chile, Orlando Jiménez, conversó con Minería 360 sobre los desafíos que no solo enfrenta el país, sino que todo el mundo, en la implementación energías sustentables en la industria minera.

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La matriz energética chilena se divide en dos fuentes: Un 50% suplido por electricidad de fuentes renovables y la otra mitad por el consumo exclusivo de combustibles fósiles, específicamente el diésel. Para el ejecutivo, “cómo transformar el consumo de estos combustibles a fuentes limpias y renovables”, representa un desafío fundamental.

El hidrógeno verde es la pieza que falta en ese puzzle que le permitirá a la industria minera tener un sello verde y muy de futuro“, señaló Jiménez.

Asimismo, agrega que el hidrógeno verde tiene un gran potencial en el país debido a su extensa dotación de recursos naturales – solar, hidráulica y eólica-, ya que “permite generar esta energía renovable que va a ser utilizada para descomponer la molécula de agua, entre hidrógeno y oxígeno, y desde esa vía generar este hidrógeno verde”.

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“Muchas de las tecnologías en hidrógeno son conocidas, pero hay eslabones de la cadena donde el tema no está resuelto. Por lo tanto, estamos básicamente trayendo las mejores capacidades dentro y fuera de Chile para desarrollar esas soluciones“, precisó.

Una de ellas son las fuentes móviles, donde con camiones mineros se encuentran explorando su electrificación mediante celdas de combustibles o con el uso de combustibles sintéticos.

Finalmente, Jiménez destacó que el gran desafío que representa el hidrógeno verde, tanto en el país como en el mundo. “Tú tienes que tener los estándares de producción, la medición de los parámetros, tener homologada la normativa y tener la experiencia de lo que significa manipular un combustible, que si no es bien manipulado como cualquier combustible, puede generar ciertos riesgos para los usuarios y para la población”, cerró.

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