A pocos días de la reunión de líderes progresistas convocada por el Presidente Boric en Santiago, el panelista de Tolerancia Cero advierte sobre las tensiones políticas que ya ha generado el encuentro.
El próximo lunes 21 de julio se realizará aquí en Santiago de Chile una reunión de gobernantes de izquierda, presidida por el Presidente Gabriel Boric.
Los convidados son Pedro Sánchez, de España; Lula da Silva, de Brasil; Gustavo Petro, de Colombia; y Yamandú Orsi, de Uruguay.
La previa de esta especie de “mini cumbre” de gobiernos afines ya generó polémica, a partir de un posteo de Petro en redes sociales, en que felicitó a Jeannette Jara por ir liderando la carrera presidencial en Chile, a propósito de la encuesta CADEM publicada anoche.
La candidata hoy agradeció el mensaje y le envió una respuesta cariñosa, que decía, “sé que pertenecemos al mismo mundo progresista”.
Obviamente, la oposición reaccionó con molestia y suspicacia. El temor de la derecha es que la reunión del próximo lunes se convierta en una especie de lanzamiento internacional de la candidatura de Jeannette Jara, ya que no sería raro que todos los otros asistentes se sumen como un coro a los parabienes de Petro, que bien podría profundizar su entusiasmo electoral con Jeannette Jara en territorio nacional.
Y todo esto se puede volver incómodo. Y terminar con una opinión pública pensando que Petro fue un convidado de piedra.
Pero más allá de esta dimensión campañera de la reunión de gobernantes, está su efecto internacional, que es el más importante.
El gobierno de Estados Unidos ha visto esta reunión, así como la precedente en Brasil, como actos hostiles hacia ese país. No es descartable que el arancel de 50% anunciado para Brasil sea una represalia tácita a esa otra cumbre.
¿Podría pasarle esto también a Chile? No lo sabemos. Pero sí podemos hacernos otra pregunta: ¿Cuál es el beneficio para Chile y para los chilenos en general de esta “cumbre” de líderes de la izquierda?
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