Pepe Auth y el debate sobre el voto extranjero: “Los principios fueron reemplazados por la calculadora”

Por Pepe Auth

12.05.2025 / 23:39

El panelista de Tolerancia Cero manifestó que "resulta escandaloso y obsceno ver hoy día al gobierno proponiendo quitarle el derecho adquirido a personas nacidas fuera de Chile".


La izquierda y centroizquierda en Chile pelearon por la inscripción automática en los padrones electorales, porque en 2012 el 40% de los mayores de 18 años no estaba inscrito. La derecha sólo aceptó esta reforma a condición de establecer la voluntariedad del voto.

La izquierda y centroizquierda pelearon siempre por ampliar el derecho a voto y la participación popular: incorporando a las mujeres el ’49, la rebaja a los 18 años el ’70, la participación de los extranjeros residentes, el derecho a voto de los chilenos en el exterior y el voto obligatorio. Porque la democracia se fortalece y legitima mientras más participan, por eso la demanda por ampliar el volumen de votantes es una cuestión de principios. La resistencia a hacerlo venía desde la derecha.

Resulta escandaloso y obsceno ver hoy día al gobierno proponiendo quitarle el derecho adquirido a personas nacidas fuera de Chile que viven regularmente por más de cinco años en nuestro país, trabajan, pagan impuestos, y sufren las consecuencias de elegir a unas u otras autoridades comunales, regionales y nacionales. Los principios fueron reemplazados por la calculadora. Los extranjeros residentes han votado en todas las elecciones parlamentarias y presidenciales desde 1989 hasta 2021.

Ahora quieren quitarles ese derecho adquirido porque son muchos más, más de la mitad son venezolanos y su intención de voto esta vez no los favorece. Principios de gelatina son los que cambian por conveniencia, los que llegan al extremo de pedirle prestado a la ultraderecha su nacionalismo atrabiliario para justificar el retroceso que proponen.

Perdónenme, pero me indigna ver la peor cara de la política, la que cambia los principios por interés, la que se mueve exclusivamente por la conservación del poder, y para ello no trepida en vulnerar un principio tan caro como el de los derechos adquiridos, buscando retroceder en la ampliación de los participantes en las decisiones democráticas, y hacer todo lo posible, además, por licuar las multas para convertir el voto obligatorio en letra muerta.