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Un robot cuidando una bebé, un adulto mayor. Extraño, ¿no?. Pero la humanidad está envejeciendo a pasos agigantados y cada vez más mujeres están en el mercado laboral.  La crisis de los cuidados, es una crisis del presente y lo será, en mayor cantidad, en el futuro. ¿Podrán los robots darnos una mano y ayudarnos?

La pionera en la investigación de humanos virtuales durante los últimos 30 años, Nadia Magnenat Thalmann, se dedica a la robótica desde 2008, año que comenzó a trabajar con imitar las emociones o las sonrisas con robot.

Allí nació Nadine, un robot social que reacciona adecuadamente según la situación.

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Ella tiene mi apariencia, una apariencia más joven, y desde ahí puedo decidir cuál va a ser el espacio que le daré, cuáles son los marcos en los que ella va a estar y cómo se va a comportar”, manifestó la fundadora y directora de MIRALab en la Universidad de Ginebra.

Los robots sociales son capaces de tomar diferentes roles y ser diferentes seres, todo esto dependiendo de cómo se ha desarrollado su software.

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Para la experta, que este robot sea social significa que es un androide capaz de interactuar constantemente con las personas llegando a entender las emociones.

Sin embargo, Nadie aún no puede comprender todo esto, pero la investigación de Magnenat Thalmann va en ese camino.

“La tecnología puede ayudarnos a progresar, a aprender más (…) Nadine me puede hablar, simular lenguajes extranjeros, discutir… sigue siendo mucho mejor que hablar con las paredes. Así que es como un acompañante”, agregó.

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