Por Mónica Rincón
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Publicado por CNN

De blancos los patudos. Hace ya algunos años, la moda de un pequeño grupo violento es usar overoles blancos dentro de colegios para arrojar hasta molotov y causar destrozos.

Claro, a cara tapada, porque lo suyo no es la valentía. No es la valiosa manifestación a cara descubierta en las calles, sino la agresión maletera y sin rostro.

Podrá criticarse que la mera expulsión no soluciona, sino que traslada el problema de la violencia a otro establecimiento y deberá analizarse cuáles son los mejores caminos para abordar este tema de manera global.

Pero seamos claros: con todos sus defectos, estamos en una democracia y en democracia es el diálogo y la protesta pacífica y no la violencia la forma legítima de luchar por las demandas propias y de adherir a las de otros.

¿Merecen los jóvenes una mejor educación y que la que exista sea gratuita, de calidad y un lugar donde comience de veras la movilidad social y una sociedad más justa? Sí, categóricamente sí.

Pero aquella ni ninguna causa justifica el uso de la violencia. De hecho, estamos suponiendo que ésa es su causa porque estos individuos no se han caracterizado por decirle a la sociedad cuáles son sus reclamos.

Con su actuar alejan a muchos de los liceos, dañan una infraestructura que ya es precaria y suspenden las clases a todos los alumnos.

Están matando la educación pública, dijo la intendenta, y aun cuando esa educación ya está en la UTI, es cierto, estos jóvenes de overoles blancos pueden ayudar a ponerle la lápida.

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