“Los chilenos corremos el riesgo de entrar literalmente en peligro de extinción”: Sepúlveda sobre la baja natalidad

Por Eduardo Sepúlveda

31.03.2025 / 23:07

El panelista de Tolerancia Cero analizó el Informe Mundial de la Felicidad 2025, la caída de lugares de Chile y el impacto de la baja tasa de natalidad y el aumento del envejecimiento.


El humorista argentino Jorge Alis nos describía a los chilenos comparándonos con los moáis, por lo callados y serios que somos.

El problema es que ahora también nos hemos convertido en personas más tristes. El 20 de marzo pasado se conoció el ranking de Felicidad 2025, elaborado por la Universidad de Oxford y Gallup para la ONU. El estudio mide seis factores que influyen en la felicidad: apoyo social, PIB per cápita, esperanza de vida saludable, libertad, generosidad y percepción de corrupción.

La mala noticia es que Chile bajó en nueve años del lugar 24 al lugar 45. Quedamos novenos en Latinoamérica, por debajo de Costa Rica, México, Uruguay, Brasil, El Salvador, Panamá, Argentina y Guatemala. Llevamos casi diez años entristeciéndonos, y probablemente por razones que no son solo las obvias, como la inseguridad ciudadana, la salud o los problemas económicos.

Los investigadores del ranking de felicidad descubrieron que factores como compartir las comidas con otras personas, tener a alguien en quien confiar o el tamaño de la familia tienen un papel clave en la felicidad. Por ejemplo, Estados Unidos, que tiene hoy el índice de felicidad más bajo de su historia, aumentó en un 53% el número de personas que comen solas todas las noches. Pues bien, la semana pasada conocimos los resultados del censo de población aquí en Chile, y los resultados son alarmantes. Aumentaron mucho en nuestro país los hogares unipersonales, y estamos con una crisis de natalidad histórica. La población chilena envejece rápidamente, y la perspectiva es que esa vejez será cada vez más solitaria y, en demasiados casos, sin nietos, que para muchos son de las mayores alegrías de la vida.

Los censos son como un chequeo médico general de la salud del país, y el último da un mal diagnóstico, al punto de que los chilenos corremos el riesgo de entrar literalmente en peligro de extinción. Igual como a las personas a quienes les descubren enfermedades graves se les recomienda un vuelco total en su forma de vida, nosotros como país deberíamos hacer lo mismo. O hacemos un cambio radical, o los chilenos seremos cada vez menos y cada vez más tristes.