Joignant analiza los dichos de Desormeaux sobre la “paz social” en un eventual gobierno de Kast
Por Alfredo Joignant
01.09.2025 / 23:39
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El panelista de Tolerancia Cero, Alfredo Joignant, se refirió a los dichos del economista Jorge Desormeaux, quien señaló: "Yo creo que vamos a tener menos paz social en un eventual gobierno de Kast que en un gobierno de Evelyn Matthei. Es el enemigo ideal para la gente de extrema izquierda".
En una comentada entrevista dominical, el economista Jorge Desormeaux sostuvo que “yo creo que vamos a tener menos paz social en un eventual gobierno de Kast que en un gobierno de Evelyn Matthei. Es el enemigo ideal para la gente de extrema izquierda”. Esta opinión no habría tenido el eco que tuvo si este destacado economista no fuese también el esposo de la candidata presidencial Evelyn Matthei.
Este argumento no es nuevo. En el pasado, el principal agente de la amenaza en el imaginario de derechas era la izquierda sin distingos. Hoy, esa amenaza proviene de una extrema izquierda que, por estos días, evoca el recuerdo traumático del estallido social de 2019, una fecha que reactiva todo tipo de fantasías.
No conozco la extensión semántica de la “extrema izquierda” según Jorge Desormeaux, pero sí puedo presumir que esa extrema izquierda abarca en la mente de José Antonio Kast a la totalidad de las izquierdas. Convengamos que las declaraciones fatales de Daniel Jadue han sido un regalo para el candidato republicano cuando afirma, como si las palabras no importaran, que “el pueblo tiene todo el derecho para pasar por sobre el Estado de derecho” cuando el interés de ese pueblo así lo exija.
Lo que no me gusta del argumento de la paz social es su connotación de amenaza, y en la referencia a la “extrema izquierda” no identificada con claridad es su potencial transformación en una versión renovada del enemigo interno.
No tengo dudas que Jorge Desormeaux no está pensando en eso, sino más bien en eventuales convulsiones sociales provocadas por medidas económicas radicales. Distinto es el caso de José Antonio Kast: su candidatura es enteramente legítima, pero su retórica belicista en contra de la izquierda (radical o no) plantea la pregunta por la pulsión autoritaria e iliberal de la derecha dura que lo apoya.
De allí que puedan entenderse los “dolores de guata” de no pocos dirigentes de centroderecha liberal ante la posibilidad de gobernar juntos en un eventual gobierno de Kast, así como la receta del propio candidato presidencial: tomar viadil.