Más de cien países alrededor del mundo han cerrado sus fronteras, lo que ha producido un gran impacto económico en la industria aeronáutica.
Así lo señala el vicepresidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para las Américas, Peter Cerdá, quien indica que las pérdidas de ingresos a nivel global ascienden a US$ 252 mil millones, lo que se traduce en un “estrés” para el sector.
Asimismo, informa que las compañías chilenas han sufrido pérdidas de ingreso por US$ 1,8 millones, lo que resulta “bastante significativo”.
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De esta forma, el representante hizo un llamado a los gobiernos a apoyar a la industria. “Va a haber consecuencias significativas si no hay apoyo de los gobiernos”, sentencia.
“La industria está en un punto de ver cómo sobrevivir semana a semana”, enfatiza Cerdá, asegurando que hay muy pocas compañías a nivel global que pueden sostener sus operaciones por tres cuatro o meses más, al mismo tiempo que hay otras que tienen caja para tres meses máximo.
En ese sentido, apunta a que el sector necesita ayuda financiera, accesos a garantías bancarias y reducción de las tasas. “No estamos pidiendo favores, estamos requiriendo aportes del gobierno que nos permita sobrevivir la crisis y volver a poner el transporte aéreo de pie”, puntualiza.
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Según el vicepresidente de IATA para la región, “el impacto social que tiene el transporte aéreo en los países ayuda a aportar en la economía, y sin él, va a haber un impacto de trabajos para los países”.
Esto porque, al menos en Chile, hay alrededor de 15 mil empleados contratados por las tres empresas más grandes de aerolíneas. Mientras que la contribución de la industria al PIB es cercana al 2,5%.
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