A juicio de Juan Pablo Toro, director ejecutivo de AthenaLAB, la decisión impulsada por el Presidente Boric pone en riesgo la relación con EE.UU. y compromete el acceso a tecnología militar israelí, clave para las Fuerzas Armadas chilenas.
El Gobierno decidió retirar a los agregados militares de Chile, de defensa y aéreo, de la Embajada en Tel Aviv, en respuesta a la situación humanitaria en Gaza.
La medida, coordinada por los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa, busca expresar el rechazo del país a la “desproporcionada e indiscriminada operación militar” de Israel en el territorio palestino ocupado.
Además, se demanda el cese de las operaciones militares, el ingreso de ayuda humanitaria y el respeto al derecho internacional.
El Presidente Gabriel Boric ha sido enfático en sus críticas a la operación militar israelí en Gaza, calificándola de “limpieza étnica” y acusando a Israel de violar el alto el fuego y perpetrar crímenes de guerra.
Esta postura ha generado divisiones dentro del oficialismo, especialmente tras la reciente declaración de condena a Israel firmada por casi todos los partidos de izquierda, excepto el PPD.
Esta decisión ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Juan Pablo Toro, director ejecutivo de AthenaLAB y analista geopolítico, advirtió, en conversación con Hoy Es Noticia, que la postura de Chile podría tener consecuencias en su relación con Israel y con Estados Unidos.
Según Toro, varios países europeos han cambiado su tono respecto a la crisis en Gaza, y algunos que inicialmente apoyaron a Israel ahora cuestionan la continuación de las incursiones militares.
Además, señaló que Chile podría verse afectado por esta situación debido a la dependencia de sistemas de armas de origen israelí.
“Representa un riesgo enorme. Nos podríamos ver afectados por un tema militar. Hay sistemas de armas que son de origen israelí y necesitan actualizaciones”, sostuvo.
En concreto, sobre el retiro de los agregados militares, el experto cuestionó que, según su juicio, “parece una agenda de Boric más que de Cancillería”, enfatizando en que “en el caso de Israel tenemos una relación militar que no existe con Venezuela y Rusia. Tenemos que ser mucho más finos“.
Y advirtió que “el efecto puede ser contraproducente para el Estado”.
“Me preocupa la reacción que pueda tener EE.UU. Ya hay preocupación por esta actitud tomada por Chile. Me preocupa la posición que adoptó Chile”, puntualizó Toro.
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