“Qué espeluznante espectáculo está ofreciendo Trump”: Joignant y el alarmante avance del asedio a la ciencia en EE.UU.

Por Alfredo Joignant

07.04.2025 / 21:56

El panelista de Tolerancia Cero reflexionó sobre el neofascismo en Estados Unidos, destacando el asedio a las universidades y a la ciencia bajo nuevo el gobierno de Donald Trump.


Desde el primer día del segundo mandato de Donald Trump, las universidades y la ciencia han estado bajo asedio en Estados Unidos. No es fácil entender lo que está ocurriendo.

El historiador francés Johan Chapoutot ha ofrecido recientemente muy buenas razones para tomar en serio el paralelismo histórico con la Alemania de la década del 30 del siglo 20. Si durante algunos años el gran historiador Robert Paxton se resistió a caracterizar el movimiento MAGA (y al partido Republicano) como fascistas, hoy son pocos los historiadores que dudan sobre la pertinencia del calificativo.

Por mi parte, constato una forma inédita de convergencia ideológica de los tres poderes del Estado, la que no solo socava la protección institucional del pluralismo político y cultural de los Estados Unidos, sino que avanza en una forma inédita de totalización del poder. Hay neofascismo en lo que estoy observando.

Pues bien, en las últimas semanas hemos visto el inicio del éxodo de intelectuales que, literalmente, están escapando de Estados Unidos. Por estos días, el filósofo Jason Stanley explicó su fuga desde la Universidad de Yale a la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad de Toronto por tener “miedo de ser blanco del gobierno”.

El miedo de Stanley no es un delirio, sino un sentimiento fundado a partir de sus últimos libros, “Cómo funciona el fascismo” y, sobre todo, “Erasing History” (de 2024), en donde aborda la naturaleza fascista de Trump, exponiéndolo a todo tipo de represalias: “creo que ya somos un régimen fascista”, sostiene Stanley en una entrevista con BBC Mundo.

El asedio a la ciencia no se detiene. Hace un puñado de días, 2 mil investigadores de Estados Unidos publicaron una carta de auxilio al mundo: “compartimos diversas convicciones políticas, pero como investigadores, estamos unidos en el deseo de proteger la investigación científica independiente. Enviamos este SOS para lanzar una advertencia clara: la actividad científica del país está siendo diezmada”.

Qué espeluznante espectáculo está ofreciendo Trump. Nunca hubiese imaginado que el país que acogió, hace casi un siglo, a buena parte de la Escuela de Francfurt escapando del nazismo, hoy se transformaría en una cuna neofascista.