Un total de 1.590 establecimientos han tenido que suspender las clases presenciales por el confinamiento decretado por el gobierno, lo que equivale a la mitad de los colegios que regresaron a las aulas este año.
En conversación con CNN Chile, el ministro de Educación Raúl Figueroa señaló que “desde un principio siempre quedó muy claro que en las comunas en fase 2 en adelante se podían retomar las actividades presenciales en los colegios y jardines infantiles y, en la medida en que las comunas retrocedieran a cuarentena, iba a ser necesario suspenderlas por el período en que esa cuarentena esté vigente“.
En ese sentido, expresó que la actual “es una realidad que siempre se tuvo en consideración y con la cual los establecimientos educacionales van a tener que trabajar porque tiene que ver con el control de la pandemia”.
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La autoridad afirmó que este “es un momento complejo, el 2021 tiene que ser un año distinto al 2020, pero ciertamente en la medida que las exigencias sanitarias lo hagan necesario, los colegios van a tener que ir moviéndose entre la presencialidad y la educación a distancia”.
Con respecto al aumento de niños que han presentado casos de PIMS, aseguró que “es un síndrome que es infrecuente, que se puede identificar a tiempo y que bien identificado es absolutamente tratable, por eso estamos con el Minsal en permanente coordinación, no solo para que el cuerpo médico conozca sus características sino que también para que los apoderados puedan identificar esos síntomas y poder atenderlos a tiempo”.
Figueroa añadió que “frente a la pregunta de si el esfuerzo de la presencialidad es necesario e importante, ciertamente, y acá lo que hay que hacer es combinar adecuadamente las restricciones sanitarias, el cumplimiento de esas medidas con, en la medida que sea posible, abrir los colegios y ponerlos a disposición de las familias”.
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“Es muy potente ver que, en los colegios que han abierto cumpliendo con los protocolos sanitarios, cómo esas comunidades educativas en poco tiempo han tenido un impacto muy positivo“, explicó. Dentro de eso aludió “tanto en lo que dice relación con la recuperación y nivelación del aprendizaje como en el bienestar socioemocional de los niños”.
Finalmente reiteró que “la presencialidad es irremplazable, pero mientras sea necesario habrá que tomar todas las medidas para acompañar ese proceso o combinarlo con la educación a distancia”.
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