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El director del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, Francisco Pérez, valoró la decisión de fortificar la leche y la harina con vitamina D3, ante el déficit registrado en la población chilena.

El Ministerio de Salud (Minsal), a través de la Subsecretaría de Salud, publicó el decreto 48, el cual modifica el Reglamento Sanitario de los Alimentos y entrará en vigor el próximo 6 de julio de 2024.

En entrevista con Noticias Express de CNN Chile, Pérez manifestó que “la medida es completamente acertada” y añadió: “Yo creo que mirando las cifras mundiales y llevándolas al registro local, vemos claramente una deficiencia notoria”.

“Es una medida de arrastre que uno puede leer en el literatura internacional, desde el año 2010 en adelante se está mostrando un patrón creciente y progresivo de deficiencia de vitamina D en el mundo y de sobremanera en Chile. Es un dato importante indicar que la deficiencia en Chile es tremendamente marcada en todos los grupos de edad”, continuó.

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¿Por qué hay déficit?

Pérez explicó que esta deficiencia tiene varios orígenes, ante lo cual hay que considerar que “nosotros sintetizamos la vitamina D a través de unas reacciones en nuestra piel, eso aporta el 80% de la vitamina D que uno tiene como estatus de vitamina D y el otro 20% lo aporta la dieta”.

“Aquí hay dos componentes que se han dado históricamente: uno es, en el caso de Chile posiblemente, el sobrepeso y la obesidad, esta es una vitamina liposoluble, por lo tanto, en una persona que tenga sobrepeso -que tiene una frecuencia elevada en nuestra población- probablemente el efecto de la vitamina D se diluya por el exceso de tejido adiposo, se habla de secuestro de vitamina D o de dilución del efecto de vitamina D”, comentó.

Mientras que el otro factor, a su juicio, “tiene que ver con exposición a la luz solar. Tenemos uso normal de bloqueadores y un bloqueador solar con factor 15, por ejemplo, bloquea absolutamente la síntesis endógena de vitamina D”.

Por lo tanto, se junta el componente obesidad, el componente de baja exposición a luz solar y, si lo pones al escenario de pandemia, donde hubo confinamiento de la población para hacer actividades al aire libre y aumentó también la prevalencia de obesidad, con los datos que estábamos mirando en 2016, 2017 y 2019, es muy posible que esta deficiencia haya subido”, sentenció.

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