{"multiple":false,"video":{"key":"czklQA4f1Wp","duration":"00:01:39","type":"video","download":""}}

Tras un fin de semana violento en la frontera y un fracasado intento de la oposición por generar un punto de inflexión en la situación interna, la crisis política en Venezuela está en el mismo punto.

La apuesta de Juan Guaidó capotó: no logró ingresar ayuda humanitaria y tampoco generó un quiebre en las Fuerzas Armadas que desestabilizara al régimen. El ganador fue el propio Maduro, que demostró que las cúpulas militares (no el pueblo) aún le son fieles y lo sostendrán, aunque no sabemos por cuánto.

La crisis humanitaria sigue ahí. Y el aislamiento político y la asfixia económica seguirá, con nuevas sanciones anunciadas por Estados Unidos hoy. Pero la búsqueda de una salida presiona más a la comunidad internacional que al chavismo. Guaidó pareciera haber perdido el impulso, ahora que ya pasó la fecha límite que él mismo se impuso.

Dijo que “todas las opciones estaban sobre la mesa”. Algunos interpretaron que incluía el camino de una intervención militar, pero la sugerencia fue desechada rápido, en buena hora, por el Grupo de Lima, incluido Chile. Hasta el Brasil de Bolsonaro se alejó. “Abogamos por la no intervención”, dijo su vicepresidente.

¿Qué viene entonces? El largo y duro camino del diálogo y la búsqueda de una solución política, pacífica y negociada. Y ahí, después de lo ocurrido este fin de semana, quizás la Unión Europea pueda tener un liderazgo más persuasivo que el Grupo de Lima.

Lee también: Grupo de Lima emplaza a Bachelet en su rol de Alta Comisionada de DDHH de la ONU

Tags:

Deja tu comentario