La primera infancia es una de las etapas más importantes en la vida de una persona, ya que es decidora en la construcción de la identidad. Los conocimientos entregados durante estos años tienen impactos profundos que influyen en el futuro desarrollo de los países.
“Es muy importante invertir desde el inicio en los niños y niñas”, manifestó Pamela Jervis, miembro del Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez. Al igual que ella, diversos expertos han alzado la voz respecto a que los frutos de esta inversión son significativos.
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La doctora en Economía sostuvo que muchos menores ingresan al sistema cuando “ya es tarde para empezar a invertir en ellos”. Al respecto, enfatizó la importancia de crear políticas públicas que entreguen la información necesaria a padres y cuidadores “para que potencien sus habilidades al máximo”.
“Muchos no saben cómo invertir en sus niños, ya sea por falta de recursos, conocimientos, educación o de la capacidad de darse cuenta de la importancia de hablar con ellos desde el principio, generar una conexión. Porque no solo importan las habilidades cognitivas, sino que también las emocionales“, dijo.
Jarvis explicó que, ante la falta de esta influencia desde la familia, es rol de los estados hacerse cargo de los niños y niñas durante esta etapa, lo cual debe ser visto como una inversión. “Es la acumulación de capital humano y tiene que ver con el potenciar las habilidades que todos tenemos al nacer”, afirmó.
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“Todos nacemos iguales (…) pero una vez que estos menores salen al entorno se generan y se empiezan a profundizar ciertas brechas que vienen desde los padres, que es donde vemos también este componente intergeneracional y que tiene graves implicancias hacia el futuro”, manifestó.
La experta enfatizó que el Estado debe entregar las herramientas necesarias, no solo financieras, sino que también “el conocimiento a los padres respecto al rol clave que juegan a la hora de potenciar el desarrollo de las habilidades, tanto cognitivas como socioemocionales, de su niños y niñas”.
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