En conversación con CNN Chile AM, el director de movilidad del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, cuestionó la efectividad de la nueva licencia electrónica, asegurando que se trata de un documento tradicional con código QR y no una verdadera herramienta digital.
Desde este 1 de agosto comenzó a regir en Chile la nueva licencia de conducir electrónica, una medida impulsada por el Gobierno con el objetivo de reducir la falsificación de documentos y facilitar la fiscalización vehicular a través de un código QR incorporado en el carnet. La iniciativa, que se irá implementando de forma paulatina hasta septiembre, cuando llegue a la Región Metropolitana, ha sido valorada, aunque también ha generado cuestionamientos respecto a su verdadera digitalización.
En conversación con CNN Chile AM, Alberto Escobar, director de movilidad del Automóvil Club de Chile, valoró la intención de modernizar el documento, pero criticó el enfoque y la denominación de la nueva licencia.
“Tengo reparos con el nombre. No es una licencia digital propiamente tal, sino una licencia tradicional a la que se le ha agregado un código QR. De digital tiene poco”, sostuvo Escobar, quien advirtió que el sistema actual sigue siendo vulnerable y poco uniforme.
El especialista explicó que, a diferencia de otros documentos como el carnet de identidad o el pasaporte, que cuentan con tecnología de punta y estándares internacionales, la licencia chilena continúa siendo un papel plastificado. “En otros países de América Latina ya se usan tarjetas con chip, similares a una tarjeta de crédito, que pueden almacenar información segura. Acá seguimos con un sistema primitivo”, añadió.
Escobar también alertó sobre la falta de estandarización entre licencias emitidas en distintas comunas, lo que dificulta la labor de fiscalización de Carabineros. “Las licencias de Providencia, Las Condes o La Florida son iguales, pero no idénticas. Hay diferencias en el diseño, las filigranas y el plastificado, lo que puede generar confusión”, explicó.
En cuanto al uso de la nueva herramienta electrónica, esta requerirá que los usuarios descarguen una aplicación oficial para mostrar la licencia desde el teléfono móvil, lo que podría representar una barrera, especialmente para los adultos mayores. “Hay un sector importante de la población que no está familiarizado con la tecnología o que simplemente no tiene acceso a un smartphone. Esto puede convertirse en un problema”, advirtió Escobar.
“Esto es un avance, sí, pero parcial y con muchas deudas pendientes. Ojalá sirva como punto de partida hacia una verdadera modernización del sistema de licencias de conducir en Chile”, concluyó Escobar.
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